Han pasado ya más de sesenta años de la instantánea que acompaña esta publicación. Una imagen que ha sido compartida en redes sociales y que trae al recuerdo un Jerez de otra época.
Una localidad a la que todavía le quedaban algunos años para convertirse en la gran ciudad –la quinta más importante de Andalucía– que es ahora.
Pero por entonces, la plaza Esteve ya era una de las arterias principales del centro histórico. Un punto de parada de los ciudadanos que llegaban desde las barriadas que iban creciendo alrededor. La llegada al centro de Jerez tenía como destino final la referida plaza.
Llaman la atención las curiosas marquesinas que había para protegerse del sol y de la lluvia mientras se esperaba el bus. Los autobuses y vehículos también nos trasladan a ese pasado donde las cosas eran tan diferentes. La manera de vestir, con predominio de los colores oscuros, forma parte de las curiosidades de entonces.
La Vega, que como los gatos ya ha tenido varias vidas y sigue resistiendo al paso del tiempo, con cambios de dueños y de conceptos, ya aparecía en esa esquina tan característica de Jerez. Un negocio hostelero cuyos orígenes se remontan a diciembre del año 1958.
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