A punto de cumplir 25 años, el conocido bar Cubáname está a punto de cerrar una etapa desde que en 2001 abriera sus puertas de la mano del barman Eloy García, posiblemente el mejor especialista en coctelería de Jerez, uno de los mejores de España, y creador de combinados usando los vinos del Marco.
Dice adiós a esta trayectoria por jubilación. El "sueño" de Eloy se tradujo en 2001 en un establecimiento especializado solo en cócteles, llevando a orgullo su especialidad en coctelería tropical Tiki y Sherry Cóctel.
"Tenía que haberme retirado en septiembre, pero era una pena desmantelar todo el local, así que estoy buscando a alguien que tome las riendas", señala el barman. Confiesa que "está viniendo gente; espero que lo haga alguien que quiera continuarlo". Esa es la condición, seguir con el espíritu del negocio, al menos eso espera.
No quiere hacer ‘caja’ con un traspaso. Desea que el Cubáname siga siendo lo que es y ha sido, "especialmente en la decoración que tiene que es consecuencia de los años", para ambientar el local en la Habana años 30, "una decoración cuidada para que tus clientes se sientan cómodos y disfruten al máximo su visita". No le gusta hablar de traspaso, "no hay que utilizar esa palabra. Me gusta más delegar o dejar el negocio a otra persona".
Insiste en que no es su idea hacer negocio con esta ‘delegación’ que busca: "No voy con esa idea. Lo único que quiero es algún emprendedor que quiera continuar, aunque esa persona no abra mucho más el abanico que yo". Tanto es así que lo único que quiere recuperar lo invertido en ese interior, unos 6.000 euros. Una ganga.
Cubáname es un bar pequeño con una colección de los mejores rones del mundo, un auténtico museo de este espirituoso con más de 700 tipos de los cinco continentes. Eloy García ha creado más de 300 cocteles y ha participado en numerosos eventos, programas de televisión y concursos de coctelería nacionales e internacionales, obteniendo varios premios.
Lleva a gala ser conocido, internacionalmente, como Sherry Barman, por la gran cantidad de creaciones de cocteles elaborados con vinos y brandy de Jerez. En estos 25 años ha alcanzado notoriedad nacional e internacional con el sherry cóctel como estandarte, “incluso fui campeón del mundo en el año 93 en Miami, pero desde hace 15 años para acá empecé yo a elaborar los sherries cócteles”. Esa internacionalización de su oficio le ha llevado a Japón, Estados Unidos —Miami, Nueva York—, en Londres en el mítico Savoy…
"Mi sabiduría me gustaría pasársela a otra persona", afirma Eloy que en breve desarrollará en Madrid talleres sobre coctelería. Explica que la cultura o costumbre de tener una carta de cócteles en los bares es algo común "en Estados Unidos, por ejemplo, donde hay cultura de tomar cócteles. Aquí no utilicé la barra para servir vino, cerveza, refrescos … o cualquier cosa. En teoría, un barman tiene que saber hacer cócteles”, marcando así la diferencia entre el bartender y el barman.
Por tanto, dedicándose exclusivamente a la coctelería, "es difícil mantener un negocio aquí así". Pero a base de insistir y de exportar su especialidad e implantarla en la ciudad, ha logrado tener una clientela que es otro de los activos de Cubáname. Así las cosas, en breve se sabrá si Jerez seguirá contando con una exclusiva coctelería en la avenida Tomás García Figueras.
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