El cantaor que busca siempre más allá del legado familiar
David Carpio Hermoso (Jerez, 1975) es un cantaor curtido en mil batallas al que le ha llegado la hora de manifestar en su discurso flamenco algo más que quién es o de dónde viene, porque los motivos que hacen que sus metas sean efímeras residencias se han convertido en una constante, a la hora de buscar más allá del acomodo que le permite el legado familiar heredado.
En pleno estado de madurez sobre los escenarios, lejos queda ya aquel niño que se atrevió a cantar por primera vez detrás de Joaquín Jiménez Fernández Salmonete (Jerez, 1962), en la comunión de un primo hermano y que con solo 13 años se ganara su primer sueldo como artista en una verbena de barrio en Jerez. Tras descubrir los distintos caminos que aporta el cante flamenco al arte jondo, curtirse en mil batallas — de toda índole— y tocar todos los estilos que el guion exigía, afronta por primera vez la dirección de uno de los días grandes del tercer festival flamenco de verano más antiguo de Andalucía y, por tanto, de España: la Fiesta de la Bulería de Jerez.
Bajo su mando, un elenco compuesto por Tía Juana la del Pipa, Tomasa Guerrero La Macanita, Tío Remache, Manuel Tañé, Joaquín Marín El Quini y el mismo al cante, el baile de Gema Moneo, el toque de José Gálvez y Manuel Valencia, más la percusión de Carlos Merino y las palmas de Chicharito de Jerez, Macano, Manuel Valencia y Javier Peña, serán los encargados de dar vida al espectáculo Maneras de sentir.
Así pues, además de una interesante carrera discográfica, ser uno de los artistas más reclamados para participar en diversos espectáculos por las compañías de danza flamenca más importantes y refrendarse como uno de los cantaores de referencias del Barrio de San Miguel y La Plazuela de Jerez, ahora le llega el turno de coger la batuta y ponerse al frente de un elenco donde “las señas identitarias de cada uno van a estar presentes”.
En esta entrevista que nos concede en exclusiva a lavozdelsur.es el cantaor jerezano nos desvela algunos de los secretos de lo que se podrá vivir el próximo sábado, a partir de las diez de la noche, en el Patio de la Tonelería de las Bodegas González Byass.
Sí, es la primera vez como dirección y aparte, en solitario, también es mi primera vez. Y la ilusión me puede mucho más que la responsabilidad, que es enorme también.
Claro. Y más, cuando uno siempre ha estado ahí un poco desde la barrera —entre comillas—, y estás ahí delante del toro. Las ganas y la inquietud de esa responsabilidad dan vértigo, pero es un vértigo que te gusta sentir. Esa sensación, esa adrenalina de decir quiero que llegue y quiero disfrutarlo.
"La responsabilidad de dirigir da vértigo, pero es algo que te gusta sentir"
Pues lo he enfocado por y para el pueblo, pero que también le pueda llegar a un público que sea tanto el purista o más clasista, como el que no lo sea. Por eso, en Maneras de sentir, que es el nombre y en lo que me baso en el espectáculo, no es más que esa libertad que el artista debe tener.
Va a ser un espectáculo de cante, con dos pinceladas bastante fuertes de baile, donde hay también esa libertad para la creatividad del momento. La espontaneidad. Porque hay artistas que te va a dar mucho más de él, cuando tú le dejas esa libertad. Y creo que es muy inteligente tener esa libertad para expresar lo que tú sientes en el mundo del flamenco en sí, ya sea cante, baile o guitarra.
Con algún lío que otro, pero hemos podido hacer ensayos, aunque ha sido complicado. Estas cosas siempre lo son y si no te mentiría. Por otro lado, es verdad que en la dirección tienes que tener talante, porque cada uno somos de nuestro padre y nuestra madre y debes salvar lo mejor posible las incidencias habituales: "mañana no puedo"; "estoy no sé dónde"; o "me he levantado malo", etc.
"Tengo la suerte de estar cerca de un fenómeno como Manuel Liñán; uno de los mejores a la hora de dirigir"
No voy a negar que, en algunas ocasiones, es complicada y desagradecida, pero como también tengo la suerte de estar cerca de un fenómeno como Manuel Liñán, que es de los mejores a la hora de dirigir y demás, creo que algo se me ha pegado (ríe). Su talante o su manera de tener mano izquierda son cosas que alabo, como los consejos que están ahí siempre.
De todos modos, creo que he sido bastante benévolo. No obstante, hubo un momento antes de los ensayos que hemos tenido que me ponía de mal humor no poder controlarlo todo como yo quería. Luego recapacité y me dije a mí mismo que si no puedes controlar todo lo mejor sería hace una dirección inversa, es decir, que fluya todo, pero que tire para donde yo quiero ir.
Yo quiero lo mejor de ese artista para mi espectáculo. Y siento que lo mejor es darle esa libertad, porque esa manera de sentir, de unos y de otros, si lo encauzas bien, te lo ponen muy fácil.
"Si encauzas bien la manera de sentir, el artista te lo pone mucho más fácil"
Pues así, de primeras te digo que unos once o doce años, por lo menos.
Casi. Ten en cuenta que yo empecé con 13 años, con Cristóbal El Jerezano y La Chiqui y también formé parte de Los chavalillos de España que llevaba Lauren Postigo, con el que íbamos a muchos programas de televisión. No se me olvida, con 13 años, mi debut en la Verbena de Torresoto.
Además, de verdad. Mi primer sueldo me lo gané allí con esa edad. Yo entonces no sabía más de dos o tres cantes. Cuatro como máximo. Me acuerdo que el público estaba muy efusivo conmigo cuando terminé unos fandangos y yo me decía “pues ya está, ahora mi bulería y triunfo”. En eso que me dicen que iba a salir a bailar a una chica que bailaba muy bien y yo rezando para que no subiera, porque estaba quedando muy bien y lo que no quería era liarme cantando al final.
Recuerdo también que, en aquella época, en la discoteca Scorpio, aquí en Jerez, también organizaban algunas cosas de flamenco y algunas ocasiones también contaron conmigo.
"De pequeño era introvertido y tímido, pero en la comunión de un primo hermano me lancé a cantar detrás de Salmonete"
Conste que yo no lo he buscado, porque de pequeño yo era muy introvertido y tímido. Y muy cortado. No te miento. Es verdad. Lo pasaba mal y hasta me ponía de mal humor con mi familia.
Pero en una comunión de un primo hermano mío, en una de esas celebraciones de antes, donde se buscaba un sitio y lo único que había para estar todos a gusto era mucha comida y demás — recuerdo que estaba hasta Salmonete—, cada vez que se montaba una fiesta yo decía ¿qué es lo que me pasa? Escuchaba cante, pero nada. Y cantó Joaquín (Salmonete) y ¡pum! Ahí salí yo. Y mi padre y todos los que estaban allí preguntándose eso de ¿este niño de dónde ha salido? Y todavía me acuerdo, claro.
"Maneras de sentir está configurado como un ordenado desorden, para que pasen cosas"
Pues esa libertad que te digo, que es la que pienso que debe tener cualquier artista. Y en este espectáculo está muy presente eso. Hay un ordenado desorden si así lo podemos llamar o un desorden ordenado, en el que yo mismo voy a ser el maestro de ceremonias con mi cante, dando paso a cada una de las escenas del guion.
Totalmente, pero no podemos olvidar que, en este caso, la manera de sentir de cada uno es llevar al escenario lo que ha vivido y, por tanto, en cierto modo es algo biográfico. Y a eso hay que sumar que vamos a darle su lugar en esta Fiesta de la Bulería, que tanto hemos mamado y vivido, a personas que ya no están con nosotros.
Esos artistas, precisamente, son los que me ayudan para el hilo conductor del espectáculo.
"Como aficionado, no me perdería un espectáculo así"
Moraíto, sin duda alguna. Haber podido estar con él va ya en mí, hasta el día que me vea con él, espero que dentro de muchos años. Y en este espectáculo lo voy a dejar patente. Va a quedar rubricado ahí, además, con algo que creo que, si Dios quiere y sale todo bien, va a quedar muy bonito.
El elenco es muy bueno. Como aficionado, no me perdería algo así. No es fácil juntar a la Tía Juana la del Pipa, con La Macanita, José Gálvez, que para acompañando con la guitarra es un lujo o mi compadre Manuel Valencia, por ejemplo. Como empiece a decírtelos todos no acabamos. Es un lujo tenerlos a mi lado en este espectáculo que vamos a hacer en la Fiesta de la Bulería.
Les gusta el cante, tanto o más que el toque. Y verás tú cuando estén en el escenario con Tío Remache. Van a ser dos horas, más o menos, muy bonitas para disfrutarlas.
"Van a ser dos horas muy bonitas para disfrutarlas"
Precisamente esa capacidad de improvisación de antaño es la que yo quiero recuperar en esta propuesta. No obstante, aquellos festivales flamencos de entonces no se van a conseguir ya en la vida. El público es distinto.
De todos modos, en Maneras de sentir el público va a encontrar un guion, una presentación, una pauta, una estructura. Creo que lo hemos hecho de forma que se entienda bien y lo puedan disfrutar. Cada artista va a poner su sello, su forma, su manera de ver el flamenco, su todo. Una de las cosas que te puedo desvelar, aunque no entera, es que Gema Moneo va a hacer un baile que ha bailado muy pocas veces, por ejemplo, y otra cosa que va a ser muy original y que no va a llevar guitarra. Hasta ahí te puedo contar.
Lo único que te puedo adelantar es eso. Un baile donde la improvisación, de verdad, va a estar presente. Solo va a haber un orden para que nadie se pise. Además, hay otra cosa que creo que va a tener también su punto. O sea, que viéndolo de fuera se va a tener muy claro y se va a ver.
Para un aficionado, pienso que va a estar muy bien, muy entretenido y el público va a estar pendiente de lo que venga después preguntándose qué va a pasar después de esto. Hay esa incertidumbre.
"Los que triunfan son los que arriesgan; decir este soy yo y estas son mis cartas credenciales"
Los que triunfan son los que arriesgan, porque si te vas a lo seguro, al final ya tienes controlado qué va a pasar. Y después de darle tantas vueltas y demás, piensas que cuanto más fácil, más directo sea y más claro, con rotundidad y sin más, decir este soy yo y estas son mis credenciales.
Y el sábado cada uno también va a aportar la suya. Creo que llegar a hacer sencillo algo tiene una complejidad de trabajo bastante grande, como es el caso. Hay que apostar arriesgar, plasmar tus inquietudes y decir este soy yo y así lo veo yo, Además, el hecho de que seas el director no es que te pongan una etiqueta con el nombre, sino que también tienes que serlo.
Comentarios