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Dulces de monjas que saben a 'clausura' en la plaza del Arenal de Jerez

Productos de repostería navideña de cinco conventos de religiosas de Jerez, El Puerto, Utrera y Orihuela, se ponen a la venta en el Mercadillo para ayudar a mantener los cenobios

El puesto de dulces de conventos en el mercadillo del Arenal.
El puesto de dulces de conventos en el mercadillo del Arenal. MANU GARCÍA
27 de noviembre de 2023 a las 20:09h

Desde hace diez años, en la plaza del Arenal, en el Mercadillo Navideño de Jerez, un puesto se ha venido dedicando a la venta de dulces de conventos de clausura. Al principio solo se ponían a la venta productos elaborados por las carmelitas de Utrera “porque tenían que arreglar unos techos y las ayudamos con este puesto”, explica Daniel Lomas, que voluntariamente coordina esta actividad.

Con el paso del tiempo, hasta llegar a esta décima edición, se fueron incorporando los que se hacen en conventos jerezanos e incluso de otras diócesis. Lo que se vende ha salido de la intimidad de los obradores de las clausuras de conventos como el de las Clarisas, de la calle Barja de Jerez, que destacan por dulces más tradicionales como las típicas delicias de chocolate, pestiños, roscos fritos....

Una muestra de los productos puestos a la venta.
Una muestra de los productos puestos a la venta.   MANU GARCÍA

También de Jerez, el convento de Santa María de Gracia, conocido como Santa Rita, proponen sus mantecados, pestiños y pan de Cádiz. Desde el monasterio del Espíritu Santo, en El Puerto de Santa María, llegan sus afamadas yemas.

De la Diócesis de Sevilla se pueden adquirir productos de las Madres Carmelitas de Utrera con ‘mantas’ o ‘gañotes’, que son pestiños grandes pero con la masa de hojaldre. Y de la Diócesis de Alicante, las Carmelitas de Orihuela llegan con su especialidad en turrones de almendras, duro y nata con nueces, entre otros. Además, estas últimas, también realizan dulces sin lactosa y sin azúcar añadidos.

La instalación luciendo un escaparate pleno de sabores.
La instalación, luciendo un escaparate pleno de sabores.    MANU GARCÍA

Los beneficios por las ventas irán directamente a los conventos. Como cuenta el promotor, “ponemos en marcha esta iniciativa para ayudar a estas religiosas a dar salida a estos exquisitos productos que son un sostén económico muy importante”. El principal destino es el mantenimiento de los cenobios, que en casos concretos presentan deficiencias estructurales que necesitan una rápida intervención, además de servir para el sostenimiento diario de las religiosas.

La diferencia en precio entre comprarlos en el puesto del Arenal o en el mismo convento es mínimo, “tan solo lleva un pequeño suplemento por el coste de la instalación en la calle”. La feria estará abierta hasta el 5 de enero.

Sobre el autor

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

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