"Una tasca". ¿Cómo una tasca? "Sí, una tasca". ¿Pero te refieres a un tabanco? "No, no, una tasca… algo nuevo en Jerez, ya lo verás. No puedo decir más". Esta es la breve conversación con uno de los socios que habría firmado el contrato para el arrendamiento del local de Rianal, a la izquierda del edificio según se entra o se mira de frente.
Ni un bar, ni un bar de copas ni un tabanco: una tasca. Un nuevo negocio en plena calle Santa María, en los bajos del emblemático edificio que albergó estas galerías comerciales de toda la vida de Jerez y que en 2022, tras más de una década completamente cerrado, fue reconvertido para uso residencial, con la construcción de un total de once apartamentos y dicho local comercial (además hay un sótano y una especie de pequeño almacén).
Por cierto, hace cosa de un par de meses corrió el rumor de que se había interesado por dicho emplazamiento una conocida cadena de ropa.
Otro apunte: el espacio no está para entrar de manera inmediata y tendrá que ser acondicionado en los próximos meses. La idea de los socios es poder abrir en septiembre, o en octubre a lo más tardar, al comienzo de la temporada.
Calle Santa María, Mesones, Doña Blanca… hay movimiento en la zona desde hace meses, ya no es todo Larga-Lancería-Arenal en esta parte del centro de Jerez. Es una zona del centro que se está poniendo de moda con la aparición de distintos negocios hosteleros que poco o nada tienen que ver con los que tradicionalmente dan servicio a la cercana plaza de abastos y su clientela.
Primero fue la reapertura de La Vega con una oferta enfocada hacia las copas y un público mucho más joven que el que tenía como cafetería (e incluso el primer intento de renovación que, tras la reforma, hicieron los primeros socios chino-españoles, enfocados hacia un público de +30) y luego ha llegado O'Donoghue’s, la sucursal céntrica del ya clásico establecimiento de Plaza Canterbury.
Una zona del centro, al alza
Incluso, para reponer fuerzas están (en su caso, desde hace ya tiempo) las hamburguesas de Goiko o ahora también Momo, que ha abierto en la galería comercial de la calle Mesones una ‘ampliación’ de su negocio en Arcos en el que ofrecen distintas viandas, incluido el marisco. Y, por supuesto, en las inmediaciones, clásicos como El Pasaje, La Manzanilla, la Reja o La Favorita, cada uno en su estilo.
La apertura de un negocio hostelero en los bajos de Rianal será el colofón de la reconversión de este edificio obra del arquitecto Fernando de la Cuadra, del que se ha mantenido prácticamente intacta su estructura y su fachada.
Tras la adaptación de las antiguas galerías comerciales a uso residencial y el intento de propia la promotora de darle uso turístico, finalmente todo se vendió, tanto los apartamentos como el local comercial (propiedad, por cierto, del dueño de un comercio relevante en el centro de Jerez). Al final, muchos de los flamantes propietarios -aunque no todos- hacen uso turístico de estas viviendas.