La Feria de Jerez tiene sus longevos orígenes en el siglo XIII. Es conocido el texto de Alfonso X por el cual se concede a la ciudad la celebración de dos ferias, una en primavera y otra en otoño -aunque el texto original dice mediado el mes de agosto-:
“la una que començase el primero dia de abril e la otra mediado el mes de agosto. E que durase cada una de ellas diez días. E que fuese el una feria dellasen el un arrabal e el otra en el otro. E que fuesen franquidos les vesynos de Xeres e todos los chrisptyanos que a ellas viniesen daquellas cosas que son los que vienen a las ferias de Sevilla. Otrosy, les otorgavan que oviesen mercado cada semana [sic] el dia del lunes” (del privilegio de Alfonso X a Jerez de concesión de dos ferias francas, por E. Martín: La época cristiana, en Historia de Jerez de la Frontera, D. Caro -coord.-, p. 327).
En Medina del Campo se conserva actualmente, de modo honorario, el oficio de aposentador mayor de su llamada feria renacentista. Es un cargo simbólico que actualmente tiene como objeto inaugurar la feria con un pregón, recibir a invitados especiales, representar a la ciudad, etc. También en Jerez vemos cómo, en 11 de febrero de 1477, los Reyes Católicos nombran a un caballero veinticuatro, Juan de Pinos, como aposentador de la feria al estilo, precisamente, de la de Medina del Campo:
“…es nuestra merçed / e voluntad que agora e de aquí adelante para en toda vuestra / vida seades nuestro aposentador de la feria de la dicha / çibdad de xeres segund lo es el aposentador de las ferias / de medina del campo e que vos o quien vuestro poder para ello o- / viere e non otra persona alguna tengays cargo de apo- / sentar todas las personas que ala dicha feria vinieren” (transcripción nuestra de “Nombramiento de aposentador de las ferias de Jerez a Pedro de Pinos”, Archivo Gral. de Simancas, legº 147702, 58)
Y también en el Archivo General de Simancas (AGS, RGS, legº 148006, 219) y en el Archivo Municipal de Jerez (AMJF, Actas Capitulares, año 1480, fº 26v.-27r.) se conservan textos originales relativos a la “confirmación del traspaso del oficio de aposentador de la feria que hizo el regidor Pedro de Pinos a la ciudad de Jerez”. Este documento del reinado de los Reyes Católicos, concretamente de 13 de junio de 1480, ha sido recientemente transcrito por el medievalista de la Universidad de Cádiz D. Juan Abellán Pérez y en sus partes principales dice así:
Don Ferrando e doña Ysabel por la graçia de Dios, etc. … Sepades que Pedro de Pinos, veynte e quatro desa dicha çibdad, nos enbio fazer relaçion … dizyendo que en el año paso del Señor de 1477 años nos le fezimos merçed del ofiçio de aposentador de la feria desa dicha çibdad, … e despues que teniendo el dicho ofiçio asy en el mismo año como en el syguiente de setenta e ocho le fue contradicho por esa dicha çibdad diziendo serle fecha la dicha merçed en deserviçio nuestro e en daño de los vezinos … e quel dicho ofiçio de aposentador era de la dicha çibdad e a ella pertenesçia proveer del dicho ofiçio, segund los dichos sus previllejos como fazian todos los otros ofiçios de la dicha feria, por las quales razones e por las otras en la dicha su petiçion contenidas el dicho Pedro de Pinos avia renusçiado, çedido e traspasado… el dicho ofiçio de aposentador en la dicha çibdad para que ella lo oviese e toviese e proveyese el dicho ofiçio… Por ende por vos fazer merçed, … confirmamos e aprovamos la dicha renusçiaçion e çesyon e traspasamiento en vosotros fecha por el dicho Pedro de Pinos del dicho ofiçio de aposentador de la dicha feria…
Es decir, el aposentador de la feria que habían nombrado los Reyes Católicos en 1477 renunciaba en 1480 sus derechos en favor de Jerez porque, por privilegios que nuestra ciudad tenía, sabía y admitía que quien podía nombrarlo era la misma ciudad y no los reyes. Los Reyes Católicos, en ese documento de 1480, reconocen a Jerez esa potestad de nombrar aposentadores de sus ferias y se desdicen de la concesión que habían hecho al caballero Pedro de Pinos tres años antes.
En las Ordenanzas del Concejo de Jerez de la Frontera, conservadas en el Archivo Municipal, se observa, por ejemplo para 5 de septiembre de 1481, cómo el concejo gestiona directamente la cuestión de los diputados de feria, señalando en ese caso que si uno estuviese enfermo los otros podrían usar de dicho oficio pero repartiendo entre todos “los derechos de la dicha feria”. Y para el año 1494 refiere el historiador Bartolomé Gutiérrez en su Historia de Xerez (tomo I, pág. 309 y ss.) unas curiosas ordenanzas pregonadas de la feria de Jerez, centradas sobre todo en la cuestión del orden público, donde vemos actuar como diputados e aposentadores de la feria de Jerez a los caballeros Nuño Portillo, Esteban de Villacreces, Diego de Villacreces, Juan Núñez de Villavicencio y García de Lara.
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