El historiador José Manuel Moreno Arana denuncia que, al no estar catalogado el edificio como Bien de Interés Cultural, las religiosas propietarias del mismo pueden hacer con su patrimonio "lo que quieran".
Hace ya una década que el convento del Espíritu Santo, el más antiguo de Jerez, cerrara sus puertas con motivo del traslado de la comunidad de religiosas a otros que la orden dominica tiene en Sanlúcar de Barrameda y Córdoba. Desde entonces, mucho se ha hablado del estado que puede presentar el histórico edificio, sobre todo a raíz de algunos robos que se produjeron en su interior y del “expolio” —en palabras de historiadores del Arte— que realizaron las propias monjas, al llevarse importantes piezas patrimoniales.
Ahora, el historiador José Manuel Moreno Arana denuncia que parte de este mobiliario se está vendiendo en un anticuario del centro histórico de Sevilla, en concreto, piezas de un retablo que estaba dedicado a San Francisco, una obra de finales del siglo XVIII “de una peculiar transición del barroco al neoclásico”. En declaraciones a lavozdelsur.es, confirma que dichas piezas son del convento jerezano. “Un amigo que vive en Sevilla lo ha preguntado y el propio anticuario confirma que se lo adquirió a las religiosas”.
Moreno Arana explica que esa transacción entre monjas y tienda es “totalmente legal” dado que el edificio, a pesar de su antigüedad, no está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y, por tanto, no lo ampara ningún tipo de protección, con lo cual “el propietario puede hacer con él y con sus pertenencias lo que quiera, ya que son bienes privados”. En este sentido, explica que hace años intentó, junto a un grupo de historiadores, iniciar la declaración de BIC en la delegación provincial de Cultura, aunque desgraciadamente no tuvieron éxito. “Nos dijeron que no tenían recursos para llevarla a cabo, que sí queríamos, teníamos que ser nosotros los que costeáramos la declaración. La verdad es que no vimos ningún interés”.Junto a este retablo, el resto de los que había en el convento fueron desmontados y trasladados entre Sanlúcar y Córdoba, así como las esculturas y pinturas que lo conforman. Sin embargo, no todas están localizadas. A Moreno Arana le consta que la imagen del San Francisco que lo presidía está en paradero desconocido. “Las propias religiosas no supieron decirme dónde estaba”.
Y aunque el retablo en sí “no es una pieza excepcional, quizás es el menos interesante de los que había en el convento”, el historiador quiere denunciar “todo lo que hay detrás de esto, porque puede ser solo la punta del iceberg”. Además, recuerda que ninguno de los históricos conventos femeninos que existen en la ciudad, con interesante patrimonio artístico, caso de Santa Rita, Madre de Dios o San José, están catalogados como BIC, por lo que “corren el mismo peligro que el del Espíritu Santo, porque la clausura está condenada a desaparecer”. Por ello, considera necesario que el Ayuntamiento de Jerez se implique en fomentar esta declaración, para evitar hechos similares.
Hay que recordar que el pasado octubre saltaba otra polémica al conocerse que el Obispado de Jerez tenía en mente donar a una iglesia de Setenil un retablo de la Cartuja con el pretexto de “salvaguardar los valores artísticos, espirituales, litúrgicos y cultuales de la propia obra de arte, así como su correcta conservación”. La plataforma por la defensa del patrimonio histórico de Jerez incluso llevó a cabo una protesta ante el palacio de Bertemati. Meses después se desconoce qué futuro le deparará finalmente a dicho retablo, ya que la última palabra en este sentido la tiene la delegación provincial de Cultura.