“¿Pero el centro está habitualmente así un fin de semana?”, preguntaba una jerezana que vive en la zona residencial a la espalda de Carrefour Norte. Esto viene a resumir que, a) que hay muchos jerezanos que acuden poco o nada al centro de la ciudad; y b) que cuando hay eventos en el centro que les atraen a ellos o a sus hijos sí se acercan, aunque tengan que dejar el coche en la planta -3 del parking del Arenal.
Efectivamente, el centro está habitualmente así cuando hay grandes festejos tipo Zambombas, cabalgata de Reyes, Semana Santa… momentos muy, muy puntuales; y, desde este 31 de octubre, también por Halloween. La primera cabalgata organizada por el Ayuntamiento de Jerez con motivo de la noche más terrorífica del año ha sido un desfile cortito, pero intenso y capaz de concentrar a miles de jerezanos, muchísimos de ellos disfrazados, en torno a una procesión de catrinas, dragones, un gigante hinchable y varios esforzados cuerpos de jóvenes aprendices de bailarinas y bailarines.
Como primera vez no ha estado mal el pasacalles, pero lo realmente interesante ha sido un ver un corazón de la ciudad otra vez bocabajo de público, con las terrazas y veladores atestados, los comercios abiertos, y los niños correteando de un lado a otro. Un ambiente divertido y desenfadado, con niños y teenegers ataviados con las marcas reconocibles de sus personajes de pelis de miedo favoritos, y los menos pequeños también acompañando con alguna que otra caracterización tan monstruosa como divertida.
La cabalgata ha tenido su fin de fiesta en el Arenal, que ya pasadas las nueve de la noche era un hervidero de público que ha llenado todo el centro desde Las Angustias hasta Santiago. La delegada de Juventud e Igualdad, Ana Hérica Ramos, llegó a tiempo de enfudarse su disfraz, al igual que el resto de la comitiva municipal, encabezada por la alcaldesa Mamen Sánchez, también vestida para la ocasión y contribuyendo en sumar nuevas apuestas en torno a una fiesta que, pese a sus haters, que los hay, va a más año tras año.