Esta es la histórica churrería de Jerez que se salva del cierre gracias a sus trabajadores

Jesús Bueno, propietario de la cafetería Julio Alacant, se jubila tras más de 40 años sirviendo chocolate y churros. Los trabajadores gestionan el negocio a través de una cooperativa

Antonio churrero, Jesús, Natalia, Antonio camarero, Patri y Pepi, posan para lavozdelsur.es con el plato estrella de la churrería Julio Alacant.
Antonio churrero, Jesús, Natalia, Antonio camarero, Patri y Pepi, posan para lavozdelsur.es con el plato estrella de la churrería Julio Alacant. MANU GARCÍA

En un tiempo en el que los comercios tradicionales y bares de toda la vida echan el cierre, hay pequeños lugares que se resisten al envite de franquicias, multinacionales y grandes superficies. Es el caso de la cafetería Julio Alacant, uno de los negocios de hostelería más antiguos que quedan en el centro de Jerez, regentado por sus trabajadores a través de una cooperativa que ahora toma el relevo generacional.

“Mi decisión era prejubilarme cuando pudiera y ha llegado el momento”, sostiene Jesús Bueno, que se ha pasado casi toda su vida trabajando entre las clásicas barras de acero y mesas de mármol y madera de esta emblemática churrería. “Abrimos en 1981 y por aquel entonces solo era heladería, al año siguiente metimos los churros, éramos los únicos que los hacíamos junto a la Plaza”, recuerda sobre unos tiempos en los que también eran pioneros en el helado. El negocio, que abrió Julio Bornay, jubilado también hace diez años, se convirtió en uno de los más regentados de la calle Doña Blanca. De aquellos tiempos recuerda el trasiego de jerezanos que iban a comprar al mercado de Abastos, en las zapaterías o la colindante y desaparecida juguetería Álvarez.

“Antes teníamos otro tipo de clientes, ahora hay mucho más turismo. Había más paradas de autobuses, más movimiento y más comercios… a pesar de ello el centro sigue funcionando. Llevamos aquí toda la vida y hemos resistido”, explica, en referencia a sus cinco compañeros, sin contar los refuerzos que hacen en Navidades o Semana Santa. Si hay algo que ha cambiado, reconoce, es el helado, que ahora se vende mucho menos por la competencia con otras heladerías que han abierto en el centro. Sin embargo, el plato más demandado son los churros de Antonio, probablemente los más finos de Jerez, una auténtica delicia que no entiende de generaciones y que también se despacha habitualmente para llevar.

Antonio, cuatro décadas haciendo los churros más finos y crujientes de Jerez.
Antonio, cuatro décadas haciendo los churros más finos y crujientes de Jerez.   MANU GARCÍA
Antonio, que regenta a partir de ahora la cooperativa con Patri, habla con Jesús Bueno, ya jubilado
Antonio, que regenta a partir de ahora la cooperativa con Patri, habla con Jesús Bueno, ya jubilado.   MANU GARCÍA

La jubilación de Jesús, quien regentaba el negocio con Pepi, otra de las trabajadoras de la cafetería y que aún le queda varios meses para jubilarse, ha tenido respuesta entre el resto de los compañeros. Especialmente de los camareros Patri y Antonio, que van a ser los nuevos administradores de una cooperativa de trabajadores creada para preservar esta señera churrería.

“Lo hemos cogido porque es lo que nos tocaba. ¿Dónde vamos a estar mejor que en el sitio que ya conocemos? No queremos empezar de nuevo otro negocio, ni otro trabajo. Tenemos unos compañeros que ponen las cosas muy fáciles”, dice Antonio, camarero de la cafetería desde hace algo más de una década. Ante la pregunta de si va a cambiar algo su compañera Patri, lo tiene claro. “Vamos a meter más variedad en el desayuno, pero vamos a mantener lo de siempre, lo que funciona, lo tradicional”. Sobre el secreto del éxito es aún más precisa y señala al otro Antonio, a quien pillamos con las manos en la masa.

De repartir helado a despachar churros

Antes de freír churros, Antonio se dedicaba a hacer y repartir helado cuando el primer dueño, Julio Bornay, tenía también una heladería en la calle Larga. “Un día me propuso venirme a la cafetería a aprender a hacer churros y desde entonces estoy aquí”, recuerda. De aquello, en 1985, han pasado casi cuatro décadas, y desde entonces Antonio se ha hecho con un tipo de churro muy singular en la ciudad: crujiente y muy bien frito. “Hay otros más gordos, con más masa, como las porras, pero este es el nuestro, saladito y fino”, cuenta.

Una de las fotos para el recuerdo de esta histórica churrería.
Una de las fotos para el recuerdo de esta histórica churrería.    MANU GARCÍA
Café con churros, el clásico de Julio Alacant.
Café con churros, el clásico de Julio Alacant.    MANU GARCÍA

Ahora en verano los churros se despachan más por la mañana que por la tarde, pero no es el único atractivo entre los jerezanos y turistas que se acercan por Julio Alacant. Las tostadas y el café, muy bien tirado, cogen protagonismo entre el nuevo público. “Por ejemplo, a la gente del norte le encantan los molletes con zurrapa, es una cosa que no se ve saliendo de Andalucía… los guiris no saben tanto lo que es, pero si lo prueban también”, ríe Antonio, el camarero.

Pepi, que fue la primera que empezó a trabajar en el negocio, está muy contenta de que sus compañeros cojan el relevo que Jesús y ella tomaron hace diez años. “Ha habido momentos duros, como la pandemia, cuando estuvimos él y yo solos aquí, pero hemos salido adelante y nos hemos ofrecido desde el primer momento para que continúen trabajando y esto siga vivo”, explica. 

La continuidad está garantizada, con clientes tan variopintos como los turistas, mayor parte de la clientela hoy, pero también como Lourdes, que interviene en la entrevista y lleva yendo a la cafetería toda la vida. La señora, oriunda del barrio de San Miguel, viene a diario mañana y tarde a Julio Alacant, a veces acompañada de toda la familia. “Me tomo mi café y me doy mi paseíto. Ellos son los mejores, son todos muy buenos conmigo”, dice visiblemente contenta de que la churrería siga adelante. Un referente tradicional de la calle Doña Blanca que cumple 43 años. Felicidades y que sean muchos más.

Sobre el autor:

Sebastián Chilla

Sebastián Chilla

Jerez, 1992. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. Periodista. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Máster de Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos en la Universidad de Cádiz. Máster de Humanidades: Arte, Literatura y Cultura Contemporáneas en la Universitat Oberta de Catalunya. 

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