A principios de esta semana se ha celebrado una nueva edición, a nivel nacional, de la Fiesta del Cine. A pesar de la rebaja en el precio de las entradas por este evento, la respuesta –al menos en Jerez– no ha sido muy destacable.
El cine parece haber quedado relegado a los últimos puestos en las opciones de ocio. Con las nuevas tecnologías y las numerosas plataformas que ofrecen infinidad de contenidos, las salas de cine están a años luz del brillo que tenían en las décadas de los 60, los 70 y los 80.
Las referidas décadas fueron testigo de la edad dorada de los cines en Jerez. Espacios que fueron desapareciendo con el paso del tiempo y que recordamos con nostalgia. Hablamos de los llamados cines de invierno, aquellos techados que solían abrir durante todo el año. El Teatro Villamarta, como muchos recordarán, era uno de los grandes cines con los que contaba la ciudad. Había funciones todos los días y prácticamente era más cine que teatro. Los domingos eran tres las funciones, con una principal –la de las cuatro de la tarde– dedicada al público infantil.
"Famosas eran las películas de cowboys en el conocido gallinero, donde la gente se ponía a hacer los caballos con las piernas. Y obligada era la visita, al salir del Villamarta, a La Jerezana, la pastelería de los hermanos Perea", recuerda el periodista Ángel Revaliente.
El Cine Jerezano, el Delicias y el Luz Lealas formaron el tridente de la resistencia, aquellos que pudieron pisar los noventa, época en la que ya comenzó el declive. El Jerezano estaba situado en la plaza San Andrés, mientras que el Cine Delicias recibía su nombre del paseo de Las Delicias. El Luz Lealas también tenía el apellido de la calle en la que estaba situado.
Otro de los cines con lo que contaba Jerez era el Maravillas, situado en la esquina de la calle Bizcocheros. En la calle Ancha, en el lugar donde luego estaría la discoteca Only Night, estaba el histórico Cine Rivas. En la zona Sur de la ciudad destacaba el Cine Valeria, que durante un tiempo se caracterizó por la proyección de películas de contenido erótico.
Por aquellos tiempos, sin Netflix ni HBO, sin fútbol de pago ni televisiones privadas, solo estaban los dos canales de RTVE para ver algo en televisión. El cine ofrecía la posibilidad de disfrutar de los últimos estrenos –tampoco había noticias del pirateo–, de los efectos de sonido y de la jornada especial en la que se convertían esas dos horas delante de la gran pantalla. Era muy normal poner el cartel de no hay más entradas para ver las películas de la época. Algo impensable, salvo en estrenos muy potentes, hoy en día.
En cuanto a los cines de verano de Jerez, la lista era de lo más extensa. Por nombrar a algunos podemos destacar al Cine Santiago, Terraza Tempul, Cine San Telmo, Olimpia, Barceló, Cinema X, Salón Jerez, Cine Vitoria y el Cine Avenida (nombre que recibían las proyecciones que se realizaban en la plaza de toros). El Cine Astoria también formaba parte de aquellos cines de verano, pero no ha desaparecido, ya que en los últimos años se ha recuperado para realizar determinadas proyecciones en los meses de estío.
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