En 5, 4, 3, 2, 1... La cuenta atrás se hace, en voz alta o mentalmente. Todos expectantes. Móvil en mano la mayoría. Esperando el instante exacto en el que el alumbrado de la Feria del Caballo se enciende y comienza oficialmente la fiesta. Justo a las diez de la noche tiene lugar ese momento mágico.
Oficialmente, se insiste. Porque realmente, desde que la Feria se celebra de sábado a sábado, cada vez son más los jartibles que la empiezan el sábado a mediodía. No eran pocas las personas que llenaron casetas desde temprano. E incluso el viernes por la noche, en la conocida como preferia.
Cuando la alcaldesa, María José García-Pelayo, pulsa el botón que acciona el alumbrado, se encienden 1,4 millones de bombillas, que son las que iluminan el Real del parque González Hontoria. Los "ohhh", "ahhh", y demás expresiones de admiración se escuchan en el momento exacto en el que las luces se accionan. Ahí ya no hay vuelta atrás.
"Gracias a todos los que han hecho posible el milagro de la luz", acierta a decir Pelayo, con la voz tocada, poco después de encender el alumbrado, cuando atiende a los medios de comunicación. Da la bienvenida a quienes "vienen de cualquier parte del mundo" y a las jerezanas y jerezanos que viven la fiesta. "Viva la Feria de Jerez", proclama.
En total son 1.460.000 puntos de luz los que conforman el alumbrado decorativo de esta edición de la Feria del Caballo: 148 torretas, 253 pórticos decorados e iluminados distribuidos por las calles, sobre las que se disponen los 21 bloques de casetas instaladas. Además, hay proyectores de iluminación para portadas y zonas de atracciones.
La Feria del Caballo, Fiesta de Interés Turístico Internacional, tiene varias novedades este año. Como la Caseta de la Juventud, con programación y actividades pensadas para adolescentes, que contarán con vales de descuentos con carné joven.
O el Día de los Nietos, el domingo postferia, con atracciones a precios más económicos. Al que hay que sumar el martes 7 de mayo, Día de los cacharritos, cuando los precios de las atracciones también estarán rebajados a la mitad.
"Queremos una Feria que cumpla con todos los estándares de calidad y que preserve nuestras principales señas de identidad por lo que se ha trabajado para que las casetas potencien el flamenco y que nuestro Paseo de Caballistas luzca más bonito y hermoso que nunca", decía la alcaldesa en la víspera.
Para saber hasta qué punto se cumplen estos buenos deseos, habrá que esperar al final. Una vez encendido el alumbrado, no hay excusa para no pasarse por el Real. Cada cual vivirá la Feria del Caballo a su manera, según sus posibilidades económicas o sociales. La fiesta está servida. Disfruten.
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