El flamenco de Jerez se viste de luto. Hoy, que es una jornada víspera del Domingo de Laetare — la alegría— en la Cuaresma, la ciudad despide a unos de sus flamencos adoptivosmás conocidos y queridos: ha muerto Antonio Benítez Manosalbas. Conocido en el mundo de lo más y lo menos jondo como Antoñín, de la Peña Flamenca Los Cernícalos, nos ha dejado para siempre a los 92 años.
Precursor y difusor del arte flamenco hasta el último de sus alientos, junto con un ramillete de amigos creaba hace más de 50 años la decana de las peñas flamencas de la provincia de Cádiz. Y junto a ellos, comenzaron a dar difusión a artistas locales, no solo en Jerez, sino también más allá de sus fronteras, en infinidad de certámenes y concursos flamencos, corriendo ellos mismos en muchas ocasiones con los gastos de transporte.
A través de un comunicado, la Peña Flamenca Los Cernícalos informaba con "profundo pesar" el fallecimiento de su presidente de honor y fundador, a primera hora de la tarde. Una persona que para ellos ha sido un "pilar fundamental" de la entidad, además de "un ejemplo de compromiso, pasión y amistad".
Así pues, dejando "una huella imborrable" para cada uno de ellos, como consuelo les queda "el recuerdo de haber compartido momentos inolvidables a su lado" y, por este motivo, asumen el compromiso de "seguir honrando su legado".
Según indica la familia, aquellos amigos o aficionados al flamenco que quieran rendir un último adiós a Antoñín Benítez Manosalbas, podrán hacerlo en la Sala Granada del Tanatorio Jerez Sur. La exequias por su eterno descanso tendrán lugar el domingo 30 de marzo a las once de la mañana en la capilla del Tanatorio Jerez Sur.

Un defensor incansable de los valores del flamenco
Ante la noticia del fallecimiento de este Cernícalo ilustre que llegó al mundo en Córdoba en el año 1933 y Jerez lo adoptó como sus hijos flamencos más queridos, las reacciones no se han hecho esperar. Tanto a nivel institucional, como en otros ámbitos más cercanos a su figura, las redes sociales dan fe del cariño que se le tenía a Antoñín en la ciudad.
Tan es así, que la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, señala en sus perfiles oficiales que se ha marchado "un referente, uno de los grandes amantes del flamenco" y, desde la Cátedra de Flamencología de Jerez y Estudios Folclóricos Andaluces, de la que era miembro, envían sus condolencias a la familia lamentando profundamente el fallecimiento de "un miembro de esta institución y defensor a ultranza del flamenco", e incidiendo su presidente, Fran Pereira, que es "de esas personas que no deberían irse nunca".
Desde la Federación Local de Peñas Flamencas de Jerez, también se sumaban a los mensajes de pésame y condolencias, mostrando su "más profundo pesar" tras recibir la noticia y, desde la peña flamenca hermana en La Plazuela — La Bulería— califican de "irreparable" la pérdida de Antoñín para el mundo peñístico de la ciudad. "Él nos enseñó el cómo, el porqué y cuándo querer al flamenco y sus peñas".