La comunidad religiosa abandonó el monasterio en 2007 y espera encontrar un comprador pronto porque "a medida que pasa el tiempo se deteriora más".
El convento del Espíritu Santo sigue buscando comprador. Cinco meses después de que este medio adelantara el interés del empresario Andrew Tan, propietario de las vecinas bodegas Fundador, por este histórico inmueble de 5.000 metros cuadrados para construir un hotel con encanto, lo cierto es que todavía no es que no se haya cerrado la operación, sino que incluso podría haberse descartado, según explican a lavozdelsur.es fuentes cercanas a la bodega, por el elevado precio que estarían pidiendo las madres dominicas, propietarias del convento.
Como se recordará, esta comunidad religiosa, ante la falta de vocaciones, abandonó hace casi diez años el que es el monasterio más antiguo de Jerez, con siete siglos de historia, para instalarse en Córdoba. Desde allí, la madre federal de esta comunidad religiosa, sor Rafaela de Jesús Catena, explica a lavozdelsur.es que ahora mismo la venta del convento “está parada”, y aunque confirma que a lo largo de los últimos años “ha habido cientos de contactos e interesados”, entre ellos Fundador, señala que ninguno ha llegado a fructificar “porque la crisis ha afectado mucho, el mercado no ha subido tanto y tendría que surgir una persona con una capacidad adquisitiva grande” -perfil, por otra parte, que cumple Tan-. Eso sí, espera que más pronto que tarde se produzca su venta porque “a medida que pasa el tiempo el monasterio se va deteriorando más”.
A este respecto, Catena, que periódicamente visita el antiguo convento jerezano, señala que a pesar de todo el edificio no se encuentra en malas condiciones. “Está como un edificio que lleva diez años cerrado. Pero la estructura y la parte noble están bien, necesita por supuesto una restauración, pero la iglesia, que es lo principal, no está ruinosa”. De otro lado, confirma que aunque se produjeron robos en su día, los retablos, quizás los elementos de mayor valor, fueron desmontados y trasladados a dependencias de la comunidad dominica para su conservación. Los mismos, además, serían nuevamente montados en el convento jerezano si su futuro comprador así lo quisiera o si el edificio volviera a tener un uso religioso.
En cuanto a ese uso que le gustaría que tuviera el inmueble, Catena afirma que “lo ideal es que tuviera una función social, pero lo fundamental es que se respete la iglesia, la estructura y las partes que hay que proteger. De lo que se trata es de salvar el patrimonio”. E insiste: “Hay contactos con cientos de personas, pero ahora mismo no hay nada concreto”.
lavozdelsur.es ha sabido que otros empresarios hoteleros se han interesado por el convento, alguno incluso con pasado en la ciudad que habría planteado celebrar bodas en la antigua iglesia.