A primera hora de esta mañana se ha procedido a retirar definitivamente el reloj del Gallo Azul de Jerez, después de que el pasado martes se hizo un intento. Entonces se prefirió ver el estado de la pieza para retirarla con todas las garantías. Y eso es lo que se ha hecho este jueves. Así que no se alarmen cuando pasen por el Galo Azul y solo vean la base y el mástil.
El reloj ya está en el taller del reputado relojero jerezano José María Galisteo, que tiene a su cargo la restauración de esta pieza y todo el conjunto, excepto la base de construcción que lo asume el Ayuntamiento al estar levantada con el mismo estilo regionalista que el edificio del Gallo Azul.
Galisteo explica a lavozdelsur.es que este proceso “es lento” y detalla que el encargo de las piezas que se deben sustituir lleva su tiempo, como la maquinaria que hay que pedirla en Suiza, rectificar las esferas, quitar el óxido, fabricar las manillas, encargar y colocar una antena GPS para que el reloj de la hora exacta, sustituir los cristales que serían tratados para evitar los efectos de los rayos ultravioleta, cuya consecuencia es que amarillea el cristal, y reponer las luces interiores.
El relojero sigue contando lo que le queda por delante, tras superar esta primera y delicada fase. Tocará hacer las comprobaciones además de una limpieza profunda y pintar las partes que lo precisen, siempre de forma manual. El poste será el remate de la operación, pieza que Galisteo restaurará en su exterior y le colocará el cableado nuevo
En esta última fase entra la reposición de los letreros que señalan las direcciones de Cádiz y Sevilla, indicaciones que fueron la excusa para situar esta pieza al pie de la calle Lancería, que en aquellos años era la travesía de la Nacional 4. Se mantendrán igual que hasta ahora pero nuevos: fondo blanco y letras en negro.
José María Galisteo calcula que para noviembre podría estar terminado el trabajo, “pero será el mismo reloj el que nos dirá cuando quiere volver a su sitio”. Para este relojero, su valor radica más en el trabajo de los importantes artesanos que los crearon, que por la propia maquinaria. Es eléctrico, como el de Losada de la plaza del Arenal -que también lo restauró el-. “El reloj del Gallo Azul tiene una larga historia vinculada a la ciudad, es un elemento muy popular que incluso identifica a Jerez. Ese es su gran valor junto al magnífico diseño y el trabajo de los importantes artesanos que participaron”, concluye.
La iniciativa de esta restauración fue acordada por el Ayuntamiento y el empresario Fulgencio Meseguer, propietario de la Bodega Cayetano del Pino, que está realizando aportaciones en los últimos tiempos en favor del patrimonio de la ciudad, además de la colaboración con diversas iniciativas solidarias.