Cuando desde Roma le pidieron al emperador de Sajonia que enviara a Martín Lutero a la Santa Sede para ser juzgado, Federico 'El Sabio' dejó una frase para la eternidad cuando hizo caso omiso a la misiva recibida: "podemos seguir actuando como si nada hubiera pasado o podemos alterarnos y que se dé cuenta todo el mundo".
Y al Festival de Jerez de 2025 le ha ocurrido la peor versión de este aforismo. De la presentación 'por la gatera' de hace unas semanas, con la excusa de los tristes acontecimientos de Valencia de finales de octubre (a pesar de que la agenda institucional seguía funcionando), a lo ocurrido este lunes por la tarde, no la superan ni muchos reels virales de las redes sociales. Casi que mejor nos hubiéramos quedado con el email recibido que, a fin de cuentas y a la velocidad que vivimos, las noticias de hoy son historia mañana y nadie se acuerda de ellas.
Eso sí, lo que ha quedado patente es la llamada al orden que, de forma más o menos visible, han recibido quienes están al frente de un evento que está considerado como el festival de baile flamenco más importante del mundo. Si algo queda claro en esta vida es que quienes viven gracias a la foto de rigor y minuto de gloria frente a los medios no perdona ni una, y la foto, aunque fuese tarde, había que hacérsela a toda costa.
En un 'sálvese quien pueda' donde cada uno se sentaba donde quería o podía o se quedaba de pie al fondo, dando igual el rango político, el estatus social o la relevancia cultural, el escenario del Teatro Villamarta ha sido en esta ocasión el lugar donde "queríamos hacer una presentación de esta 29 edición del Festival de Jerez que fuese distinta, como una manera de preparar o anticipar lo que será la edición número 30", señalaba la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, incentivando tanto al director del Teatro Villamarta y al delegado de Cultura allí presentes a "realizar un trabajo conjunto para que el año que viene se pueda elaborar una programación potente, teniendo en cuenta estamos recorriendo el camino hacia la Capitalidad Cultural Europea en 2031".
Y entre el ir y venir de empleados del teatro llevando sillas de las plateas para que los artistas allí presentes no se quedaran de pie, mientras otros intentaban arreglar los problemas constantes de sonido e imagen de la convocatoria de prensa, la primera autoridad municipal aprovechaba la ocasión para recordar que "tenemos que cuidar lo nuestro", conscientes de que "el sello que tiene Jerez en el flamenco es el de calidad" y que la próxima edición del Festival de Jerez pretende "lanzar un mensaje en relación con la necesidad de garantizar el relevo generacional".
No obstante, con los duendes de lo jondo a lo suyo, trayendo de cabeza a los técnicos intentando solventar la papeleta y las tablas del escenario crujiendo como si necesitaran una revisión importante, la presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Almudena Martínez del Junco, se sumaba a la idea del relevo generacional expresada anteriormente y mostraba "el compromiso con la promoción y con la distribución de nuestra cultura", sin dejar pasar por alto "un reto cultural que nos interpela a todos: la Capitalidad Cultural Europea de 2031 y creo que este festival reúne muchos de los ingredientes que se necesitan para ganar".
A medio camino entre el tirón de orejas y la satisfacción de estar en la ciudad presentando el Festival de Jerez, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, incidía en la relevancia del evento como "uno de los más importantes del mundo", aguantando el tirón del ir y venir de operadores de cámara hacia un atril cuya decoración terminó claudicando y que con un "menos mal que tengo buena voz", la propia consejera hacía un receso antes de proseguir con su discurso, tras el enésimo problema de sonido.
"Como alguno haga un reel de esto lo peta en las redes", se escuchaba entre las butacas, a pesar de los intentos de Del Pozo por incidir en que "el Villamarta no es cualquier cosa, porque lo conocen como un buque insignia de la cultura española" preguntando por la directora del Ballet Flamenco de Andalucía, "mi tocaya Patricia", sin saber que no estaba presente en la convocatoria y salir del paso indicando que "estará ensayando".
"Hablar de este Festival es hablar de una de las citas indispensables del calendario internacional del flamenco", retomaba su intervención señalando que la muestra "tiene la habilidad de aglutinar ese amor por el flamenco de Jerez y también tiene la grandeza de salir como escaparate internacional" de los nuevos caminos por los que discurre el género.
Un reto difícil y el relevo generacional como discurso
Apuntando que es "uno de los retos más difíciles a los que me he enfrentado a la vez que bonito", Carlos Granado, director del Teatro Villamarta, asume con responsabilidad y "la esperanza de haber cumplido con las expectativas" la programación diseñada, de la que tenía claro que "quería establecer un discurso para que podamos reflexionar y disfrutar de la cultura, de Jerez, de lo antiguo, de lo nuevo y la idea que engloba a todo eso es simple y profunda a la vez". Por ello, estableciendo una analogía entre el mundo académico con la transmisión oral de la cultura, ponía el foco en que "podamos tomar conciencia de esta convivencia o diálogo entre generaciones que se mueven como un patrimonio vivo".
Y en torno a esa idea se van a desarrollar los 45 espectáculos previstos —10 estrenos mundiales y dos nacionales— en los que "no voy a centrarme demasiado en la programación que ya conocen", pero a la que hizo un repaso por encima señalando que en para el Teatro Villamarta "hemos priorizado las propuestas de compañías sobre las individuales, que algunas habrá, y no las voy a enumerar porque están ya contadas".
"En el Centro Social Blas Infante contaremos con propuestas técnicamente menos complejas, pero con artistas de una generación que viene pisando con fuerza", añadía enumerando a Lucía 'La Piñona', 'El Choro', Miguel Ángel Heredia, Alberto Sellés o Karime Amaya que "es nieta de la legendaria Carmen Amaya es la primera vez que viene en solitario al Festival" o Rocío Garrido que "estará coreografiada por Eva Yerbabuena".
Por otro lado, y definida como "un espacio versátil", la Sala Compañía acogerá propuestas de danza y de cante en el que participarán "jóvenes artistas de la tierra y otros grandes artistas que representan a esta nueva generación". Y como otro espacio clásico del evento, la Bodega 'Los Apóstoles' de González Byass continuará como "un templo dedicado a otras disciplinas del flamenco, que no son el baile, sino el cante y la guitarra, con artistas de primer nivel y larga trayectoria", dijo.
Por último, señalaba que en el Palacio de Villavicencio se podrá disfrutar del "cante sin amplificación en un sitio muy especial", además del ciclo De Peña en Peña que se organiza "en colaboración de la Federación Local de Peñas Flamencas".
Novedades que "no van a afectar" a la esencia del festival
Desde la premisa de que lo que funciona no debe tocarse, Granados entiende que "las novedades de este año no van a afectar a la esencia del festival, sino que se han planteado como mejoras sobre la base ya construida". Y de entre todas ellas, la que más llama la atención es la inclusión como espacio escénico del Centro Social Blas Infante en detrimento de los Museos de la Atalaya.
"Es un espacio que cuenta con una mejor infraestructura técnica" argumentaba añadiendo que cuenta con un aforo similar al que sustituye, pero con "mejor visibilidad por disponer de gradas" y, además, permite "llevar al público a otras zonas", con la esperanza de que esta prueba tenga más éxito que los intentos de años anteriores que no gozaron del plácet del público y, por ende, de taquilla, ya que los espectáculos que incluyen los programas de cursos son los que se celebran en el Teatro Villamarta.
Por otro lado, otra de las novedades que presenta el evento del próximo año son "las salas que se usarán para impartir los cursos de baile". A las ya habituales se incorporarán espacios del Museo Arqueológico, el Callejón de los Bolos, el Centro Social Blas Infante ya referido, con la esperanza de "mantener e incluso ampliar las expectativas del año pasado", apuntaba Granado, antes de agradecer a su equipo el trabajo realizado y dar paso a la ilustración cantaora de José Carpio 'Mijita' por bulerías con el toque de Domingo Rubichi y Carlos Grilo a las palmas y posteriormente abrir un turno de preguntas donde el protagonista fue el mutis por el foro.