Desde que el pasado 24 de marzo volviese a descontrolarse todo en la avenida Blas Infante por las carreras ilegales que, cada dos por tres, alteran la tranquilidad de la zona, una especie de Gran Hermano –un ojo que todo lo ve– de seguridad se ha montado en torno a la zona Sur de Jerez.
En sus últimas actuaciones en la referida avenida, la Policía Nacional ya tuvo que pedir ayuda fuera de la ciudad para intentar controlar la situación. A las carreras ilegales se sumaron ataques, con lanzamiento de objetos y botellas, contra los coches policiales y los propios agentes.
Los agentes que intervinieron tuvieron que invitar a algunos padres, que permanecían en el lugar de los incidentes junto a menores de edad, a que abandonaran la zona ante el peligro que suponía. Los mismos policías se vieron desbordados.
Para tratar de poner cierto orden y que no vuelvan a repetirse situaciones como las vívidas hace una semana o a finales de febrero, la Policía Nacional ha puesto sus ojos desde los aires en la avenida Blas infante. Un helicóptero Cóndor ha sido requerido estos días con el objetivo de patrullar la zona.
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