Quizás no albergue espectáculos de la programación oficial, pero qué duda cabe que muchos de quienes visitan la meca del flamenco en la que se convierte Jerez entre febrero y marzo de cada año, por mor del Festival de Jerez, tienen parada obligada en el Palacio Pemartín.
En este céntrico enclave jerezano se encuentra el mayor archivo documental de flamenco del mundo. No en vano, es la gran casa que acoge al Centro de Documentación del Flamenco (CADF), dependiente de la Consejería de Cultura, y una referencia para todos los amantes de un arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Durante el Festival de Jerez, ha sido habitual que el histórico Palacio Pemartín, que el próximo 2026 cumplirá 40 años desde que fue rehabilitado y entregado por el Ayuntamiento a la Junta para la finalidad que hoy defiende, acoja exposiciones, conferencias y talleres en torno al flamenco, poniendo a disposición de los visitantes de la muestra incluso un horario especial de consulta y estudio.
Sin embargo, hace más de dos años que la plaza San Juan, donde se alza imponente el palacio, se encuentra sumida en un caos de obras y aceras levantadas, lo que sin duda dificulta enormemente el acceso al inmueble, declarado como Bien de Interés Cultural. Tras solicitar a primeros de año una prórroga de algo más de 30 días, la empresa que culmina los trabajos de reurbanización y plataforma única parece que llegará a tiempo para que este bello rincón del intramuros jerezano vuelva a brillar en todo su esplendor.
Además, el antiguo Centro Andaluz de Flamenco parece que tardará en moverse de este emplazamiento, si es que algún día se materializa su anunciado traslado al futuro Museo del Flamenco en Andalucía, que está proyectado —y paralizado— en la cercana plaza Belén. Cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente.