Pavimentos removidos, aceras reducidas, tráfico en sentido inverso al habitual, nuevas calles cortadas, reapertura de otras calles pero no para los autobuses. Después de seis meses de obras, el eje Corredera-Esteve-Santa María se ha convertido en un rompecabezas para los paseantes y suscita la indignación de los comerciantes del centro de Jerez, una ciudad que ha aumentado el número de parados en 222 durante el mes de agosto, situándose en 30.730, casi 5.000 más que hace un año. Andalucía baja en 469 personas y tiene un total de 957.727 desempleados.
Tras meses de confinamiento, las tiendas que reabrieron tuvieron que soportar las obras de renovación de las redes de saneamiento. La primera fase ha puesto a los comerciantes en una situación muy difícil. “Desde el 4 de mayo hemos sufrido las obras de arriba hacia abajo, enteras, y la verdad es que la repercusión es muy negativa, porque no invita a venir” explica el dueño de la tienda Sakito ubicada en la calle Corredera.
Un coche circula por Corredera. FOTO: MANU GARCÍA
“Es un sufrimiento diario sin saber hasta cuándo”, lamenta la dueña de la tienda Ala’s. “Hemos pasado cuatro meses sin servicio de limpieza. Había un par de días que ni siquiera hemos podido abrir el negocio". La propietaria lamenta la pérdida de ventas directamente atribuible en las obras y critica que no han tenido ninguna ayuda del Ayuntamiento para compensarlo. “Hemos bajado la facturación un 60%. Esto no puede quedar así, se tienen que sentar a hablar”, reclama también el gerente de Sakito.
La segunda fase de las obras supone la reapertura de la calle Corredera y la plaza Esteve para el paso de vehículos de residentes de garajes y de usuarios de los párkings, pero el acceso todavía no está abierto para los autobuses o taxis. Un problema de accesibilidad que afecta a los comerciantes. “Comercialmente está igual que cuando la calle estaba cerrada”, apunta el relojero Paco Poyato. “Espero que terminen la obra para octubre porque si no, la plaza estará en mala situación, dado que no vienen autobuses".
El propietario de Sakito, en su tienda. FOTO: MANU GARCÍA
Aunque la previsión es que la segunda quincena de octubre ya estén finalizadas las obras, la inquietud quita el sueño a los comerciantes. La campaña de Navidad comienza en octubre y es prioritario que se terminen las obras antes de esa fecha. “Estaremos muy perjudicados si no terminan en octubre”, afirma el relojero. “Los comerciantes del centro, el 50% de la venta del año, lo hacemos en la campaña de Navidad”, detalla el dueño de Sakito.
Los comerciantes también están preocupados por la renovación de las redes de saneamiento. Debido al aspecto de la calle, los comerciantes no saben cómo va a ser evacuada el agua. “La próxima semana vienen aguas y no hay alcantarilla en toda la calle, están tapadas” explica la dueña de Ala’s. “Va a ser una piscina".
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