El corazón de Jerez se prepara para recibir un nuevo establecimiento gastronómico con sello histórico. Stracciatella, una heladería artesanal que abrirá sus puertas el próximo Miércoles Santo en la céntrica Plaza Plateros, ocupará un emblemático edificio construido en 1764, convirtiéndose así en un espacio donde se fusionarán tradición heladera y patrimonio arquitectónico.
Álvaro Amaya, presidente de la Asociación Gastronómica Saborea Andalucía y alma máter del proyecto, lleva tres años gestando este sueño heladero. "Siempre me ha apasionado este mundo y por fin hemos encontrado el local perfecto", comenta el empresario, conocido por su labor en la promoción de la gastronomía andaluza, incluyendo la organización del primer congreso Saborea en Sevilla y su reciente edición en Jerez.

El local, situado en el número 1 de Plaza Plateros, destaca no solo por su ubicación privilegiada sino por albergar más de dos siglos y medio de historia. "Queremos que los clientes disfruten de excelentes helados mientras descubren la fascinante trayectoria de este inmueble", explica Amaya, quien planea incorporar elementos divulgativos sobre el edificio en la experiencia del visitante.
Aunque las normativas patrimoniales impiden instalar un obrador propio, Stracciatella ofrecerá una cuidada selección de 32 sabores de helados La Estepa, marca que Amaya considera referente absoluto en heladería artesana española. "Hemos probado muchas marcas y estos son, sin duda, los mejores. Usan materias primas naturales y técnicas tradicionales que garantizan una calidad excepcional", asegura.
Respetando la historia
El concepto del local prioriza la calidad sobre la cantidad. Sin espacio para mesas ni terrazas, se centrará en la venta para llevar, permitiendo a los clientes disfrutar de sus helados mientras pasean por uno de los rincones más pintorescos de la ciudad.
Amaya, que en el pasado ha colaborado con campeones mundiales de pastelería, concibe este proyecto como una extensión natural de su pasión por la gastronomía. "Más que una heladería, queremos crear un punto de encuentro para los amantes del buen helado y de la historia de Jerez", señala.
Con su apertura, Stracciatella no solo enriquece la oferta gastronómica jerezana, sino que contribuye a poner en valor el patrimonio histórico de la ciudad. El establecimiento se perfila como un nuevo atractivo donde degustar helados artesanos en un entorno cargado de historia.