Las hermanas del Nazareno, pioneras en igualdad: de recibir insultos a estar en el gobierno de la cofradía

El Ayuntamiento otorga a la hermandad con el Premio Ciudad de Jerez a la Igualdad, con el que se reconoce la historia y el presente de la mujer en la cofradía, la primera en incorporarlas a su junta

Las hermanas del Nazareno, pioneras en igualdad. Clara Cauqui en la capilla de San Juan de Letrán.

Las hermanas de Jesús Nazareno han sido galardonadas con el Premio Ciudad de Jerez a la Igualdad, un reconocimiento “a la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres en la Hermandad del Nazareno”, señala el Ayuntamiento justificando esta designación. Añade que “los prejuicios se cebaron con ellas y con la hermandad, la única que en Jerez permitía mujeres en sus filas”.

En esa relación de méritos se incluye que la vinculación de la mujer en la cofradía viene desde sus orígenes y llega al día de hoy con la participación de hecho y derecho de ellas, formando parte de las juntas de gobierno y en la toma de decisiones en los cabildos. Sí se guarda en el recuerdo aquellos tiempos oscuros, cuando las nazarenas eran objeto de insultos y vejaciones en la Madrugada.

En esto la corporación nazarena hace causa común y propició la defensa a ultranza de la figura de la mujer y su valor dentro de ella. Ciertamente, ellas no tuvieron que pelear en exceso porque su presencia e importancia estaba más que aceptada en el seno de la hermandad. Solo faltó un leve impulso para introducirlas en todos los ámbitos de trabajo.

La secretaria de la hermandad en el interior de la capilla. JUAN CARLOS TORO

Así se llegó a un punto de no retorno y determinante. Este premio trae al presente el histórico momento en el que las cofrades Carmen Corchado y Antoñita Montaño fueron las primeras en entrar en el gobierno de una cofradía en la ciudad, y fue en la de San Juan de Letrán.

Tomamos el testimonio de Clara Cauqui, de la nueva generación de mujeres de la cofradía, que es además la secretaria de la junta de gobierno. Cuenta 33 años de edad y ya con 17 años estaba involucrada, ocupándose de la sección joven. Clara representa a las hermanas que heredan todo lo que han conseguido sus predecesoras. Afirma a la lavozdelsur.es que “nunca me he sentido discriminada en la hermandad, al contrario, somos necesarias y participamos en todo”.

Expresa que la corporación está “muy agradecida por el premio, porque por fin pone en valor lo que ha hecho la hermandad de Jesús”. Abunda diciendo que el reconocimiento “es un paso de verdad y lo hace público”. También tiene su punto de emoción y recuerdo “porque te vienen a la memoria muchos nombres. Cuando estemos en la Atalaya, miraremos al cielo por ellas”.

En esa evocación al pasado surgen nombres imprescindibles como los de Carmen Corchado y la entrañable Antoñita Montaño, que fueron las primeras en entrar en la dirección de la corporación nazarena “y se da la coincidencia de que ocupo el mismo cargo que tuvo Antoñita”.

Junto a Jesús Nazareno mientras se monta el palio para la Magna. JUAN CARLOS TORO

Curiosamente, la cofrdía de Jesús aún no ha tenido a una hermana mayor, algo que, por cierto, podría suceder en breve. Clara es contundente al aseverar que nunca se ha sentido discriminada por ser mujer: “Para nada. De hecho empecé de delegada de Juventud ayudando con 17 años. Ahora mismo en la mesa somos cuatro hombres y yo”.

En el día a día relata que todos los hermanos/as hacen de todo, desde limpiar plata hasta, ellos, “cocinar cuando nos reunimos para trabajar en el montaje de pasos o cultos”. Las hermanas en la cofradía no solo es una cuestión histórica, también es identitaria “te diría que el 80% de las hermanas les viene la devoción de su abuela, su bisabuela, de la familia… seguir la tradición”.

“Es una transmisión bonita que han hecho las mujeres mayores. Recuerdo venir a San Juan de Letrán y ver una mujer mayor cada tarde sentada en un banco horas y horas. Ese ejemplo es total; la transmisión que tiene esa mujer hace que te inspire a seguir, una emoción súper especial”.  Asegura que el hombre ha ayudado mucho a que la mujer sea igual que ellos y afirma, para que no se olvide, “que quien puso a la mujer en la junta de gobierno fue un hermano mayor, José Castaño”.

Clara tocando el pie de Jesús. JUAN CARLOS TORO

“Es un premio a las hermanas de Jesús, pero por detrás está el total apoyo de los hombres”, dice Clara, que al mismo tiempo desvela un dato curioso: “Me emociona mucho la figura de la devota de Jesús. Hay 200 mujeres que no son hermanas y a lo mejor llevan saliendo desde que eran pequeñitas. Ya tienen 70 y 80 años y salen. Les preguntas y te dicen que yo soy de Jesús, que eso de no ser hermana les importa muy poco”.

Un dato que da buena cuenta del futuro de la corporación es la impresionante imagen del grupo de niños y niñas en la Noche de Jesús, pequeños y pequeñas que se cuentan por más de un centenar: “Es emocionante verlo; es el futuro”.

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