Estamos en el puente por excelencia y las previsiones en Jerez apuntan a una importante afluencia, que se prevé superior a años precedentes. La Zambomba es el reclamo y en torno a esta forma de celebrar la Nochebuena de Jerez se concentra hasta medio centenar de citas tradicionales hasta el domingo, en su inmensa mayoría en plazas y calles del centro urbano.
Estos días festivos son los que marcan la punta de gente. El resto de la Navidad se concentra en los fines de semana y con un público más local y cercano a Jerez que los que vienen desde más lejos aprovechando los 3 o 4 días festivos, según la comunidad de donde procedan.
Vivir una Zambomba y comer en el centro son las prioridades del visitante. En los primero, es fácil. Desde Cristina hasta la Alcubilla, en cualquier rincón o calle con encanto se localizan estas celebraciones a las que se suman las que se llevan a cabo en negocios y bares.
El centro, lleno: "No todos hacen el agosto"
"La hostelería está preparada para absorber la demanda", así lo afirma Alfredo Carrasco, presidente de la Asociación de Hosteleria de Jerez, que sí confirma la alta ocupación de restaurantes en la zona centro, donde poder conseguir una reserva para estos días es misión muy complicada, por no decir imposible.
Pero no todos los negocios del sector viven la ‘alegría’ de la Navidad. La periferia se ve perjudicada. El público busca el centro urbano y la cercanía con el ambiente zambombero. Ese es el gran factor diferenciador. Por este motivo, Carrasco considera que se debe ampliar más ese perímetro: "El centro es cada vez más chico y cada año viene más gente".
Así las cosas, afirma que "hay muchos restaurantes que no han colgado el cartel de lleno", exceptuando la mayoría de los de la zona centro.
El presidente del colectivo hace una comparativa con la Feria: "Lo primero que se llenan son las casetas y detrás van los que están fuera del recinto o como sucede en la costa, la primera línea siempre se llena".
"En la periferia, para muchos, el peor mes para el negocio es diciembre", subraya Carrasco que apela a factores no solo el de la Zambomba, también la huida a los centros comerciales: "Toda la hostelería no hace el agosto en Jerez".
En cuanto a las reservas, en algunos restaurantes e incluso en bares, donde también se reservan mesas en las terrazas, se está pidiendo una determinada cantidad de dinero. Es decir, la reserva tiene un precio, dinero que, según la OCU, debe descontarse de la cuenta de lo consumido y no que sea una pago por tener el sitio garantizado.