La esperada inauguración de la heladería Stracciatella, prevista inicialmente para el Miércoles Santo en la plaza Plateros de Jerez, se ha pospuesto. Los responsables del establecimiento han confirmado que, debido a retrasos en las obras de acondicionamiento, la apertura oficial tendrá lugar el jueves 24 de abril a las 16:00 horas. "Sentimos la demora, pero es preferible hacerlo bien que sin terminar", explican.
El local ocupará un emblemático edificio construido en 1764, combinando así tradición heladera y patrimonio arquitectónico. Ubicado en el número 1 de la plaza Plateros, el inmueble cuenta con más de dos siglos y medio de historia, un valor añadido que los propietarios quieren integrar en la experiencia del cliente. "Queremos que los visitantes disfruten de excelentes helados mientras descubren la fascinante trayectoria de este lugar", señala Álvaro Amaya, presidente de la Asociación Gastronómica Saborea Andalucía.
Las normativas de protección del edificio impiden la instalación de un obrador propio, pero Stracciatella ofrecerá una selección de 32 sabores de helados de La Estepa, marca que Amaya considera un referente en heladería artesanal en España. "Hemos probado muchas opciones, y estos son, sin duda, los mejores. Utilizan materias primas naturales y técnicas tradicionales que garantizan una calidad excepcional", afirma.
El concepto del local prioriza la calidad sobre la cantidad. Al no disponer de espacio para mesas o terraza, el establecimiento se centrará en la venta para llevar, invitando a los clientes a disfrutar de sus helados mientras pasean por uno de los rincones más pintorescos de Jerez.
Un punto de encuentro
Amaya, con experiencia previa en colaboraciones con campeones mundiales de pastelería, ve este proyecto como una extensión de su pasión por la gastronomía. "Más que una heladería, aspiramos a crear un punto de encuentro para los amantes del buen helado y de la historia de la ciudad", destaca.
Con su apertura, Stracciatella no solo amplía la oferta gastronómica de Jerez, sino que también contribuye a revalorizar su patrimonio histórico. El local se perfila como un nuevo atractivo turístico, donde los visitantes podrán degustar helados artesanos en un entorno con mucha historia.
La decisión de retrasar la inauguración responde a la voluntad de garantizar que todo esté perfectamente preparado para la apertura. "Queremos que la primera impresión sea impecable", insisten los responsables.