Jerez se ha convertido en uno de los destinos inmobiliarios de moda en España. La capital del sherry seduce a propios y extraños. Atrae a compradores del interior de la provincia de Cádiz, por tener unos precios que frente a otras grandes ciudades siguen siendo moderados, y es un imán para inversores de fuera, que tienen a la ciudad como una inmejorable base estratégica con una calidad de vida de lujo.
Un sondeo rápido con diferentes expertos inmobiliarios da fe del interés que despierta la ciudad para compradores nacionales e internacionales. Y tirando de casos concretos, Jerez cada vez cuenta con más vecinos y vecinas ilustres en el centro de su núcleo urbano, una zona que está resurgiendo a golpe de inversión pública y privada.
Una de estas nuevas vecinas, según ha podido saber lavozdelsur.es, es Eugenia Martínez Irujo, una apasionada de la ciudad —y especialmente de su Feria del Caballo—, que ha decidido comprarse una vivienda en el centro histórico. Algo que es vox populi en el sector, y en diferentes ámbitos de la ciudad, pero que hasta ahora, con esta información a la que ha tenido acceso lavozdelsur.es, no había trascendido.
Casa propia en Jerez
Junto a su marido, Narcís Rebollo, que fuera presidente de Universal Music Spain y ahora es director general y presidente de Global Services, la duquesa de Montoro es tan incondicional de la Feria del Caballo y de Jerez que ha decidido tener casa propia en la capital del Marco.
Y su casa está en el centro de la ciudad, como la de otras personalidades y altos directivos que, discretamente, han apostado por tener campamento base en una urbe cómoda, a la mano de todo —aeropuerto, playas, AVE en Sevilla...— e ideal para hacer negocios.
A nivel lujo, los precios inmobiliarios en Jerez van desde los 3,6 millones de euros que se piden por un chalé en la avenida de Visley o los 2,2 millones por un chalé en la Avenida Álvaro Domecq, hasta los casi 2 millones que se exigen por una "extraordinaria casa señorial en el centro histórico de la ciudad". Los 730 metros cuadros de casa que rehabilitó el desaparecido arquitecto Fernando de la Quintana en la plaza San Lucas y que, a día de hoy, siguen a la venta.