Alrededor de las ocho de la tarde, un incendio en unos setos de la plaza de las Castañuelas, en uno de los conocidos como pisos de los maestros, en la barriada de Las Torres de Jerez, junto a la antigua carretera Nacional y a apenas unos metros del hospital de Jerez. Fue una vecina que salía de misa, de la parroquia del Perpetuo Socorro, la que alertó primero a los bomberos.
Algunos vecinos hablan de una colilla como causante del incendio, aunque aún no han trascendido pruebas que así lo determinen. Primero, algunos vecinos usaron extintores, pero el fuerte viento y el calor hicieron imposible extinguirlo. "El fuego ha subido muy rápido, desde los setos a los cables de la fachada", explicaba un testigo a lavozdelsur.es. Durante unos minutos, el fuego ha subido con fuerza y gracias a la acción de los bomberos no ha continuado por los citados cables que han prendido en el exterior.
Concretamente, los bomberos acudieron al completo con todos los equipos del parque de Jerez. Se establecieron entonces dos líneas de agua, una para sofocar el incendio del exterior de la fachada; la segunda, para controlar desde el interior de la segunda planta una parte que accedió al salón. Los cables prendidos afectaron primero, han indicado los bomberos, a una persiana de plástico. A continuación, a parte de la habitación y la llegada a tiempo de los profesionales fue clave para evitar que se siguiera propagando en el interior.
Desde fuera, podía comprobarse cómo había varios salones de las viviendas afectados, casi todos por humo excepto el citado en el que llegó a entrar el fuego. Varios vecinos ya habían salido del bloque, pero algunos de plantas superiores quedaron en el interior. Los bomberos les pidieron que no bajaran a fin de evitar intoxicaciones de humo. De hecho, posteriormente ha sido necesario usar extractores de humo portátiles para facilitar la labor en el interior. La temperatura subió aunque no han llegado a trascender heridas por quemadura, ni siquiera por inhalación, tan solo rasguños provocados por la evacuación, indican desde Bomberos.
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Hasta el lugar se desplazaron decenas de agentes de Policía Nacional y Local, que controlaron la presencia de vecinos en el exterior e iniciaron las pesquisas para determinar las causas. Asimismo, se desplazaron seis equipos de bomberos, que emplearon mil litros de agua para extinguirlo, una cantidad pequeña teniendo en cuenta la envergadura del inmueble, lo que demuestra que habría sido más espectacular que grave. Eso sí, hubo riesgo de que la situación se descontrolara y no es solo un susto. Además, los sanitarios de 061 y llegados a pie directamente desde el hospital actuaron en el lugar para tranquilizar a las personas con ataques de ansiedad y dando instrucciones a los mayores para, preventivamente, ser reconocidas ante posibles lesiones, especialmente de tipo respiratorio.
Como nota amable, cabe destacar que varios animales de compañía han sido rescatados, entre ellos gatos o pájaros en sus jaulas. Durante minutos se vivieron momentos de tensión entre las familias afectadas, conscientes de lo peligroso de la situación.
Los bomberos han aprovechado para comunicar que los incendios de vegetación, especialmente en días de viento, son peligrosos y hay que saber actuar. Raramente, un incendio de fachada entra en el interior de las casas, como ha llegado a ser el caso, si bien la clave está en saber mantener la calma y cerrar puertas de habitaciones afectadas. Hacerse visible para que los bomberos a su llegada se percaten de la presencia de afectados es también una de las claves, siempre que sea posible, y tratando de mantenerse guarecido del fuego y también del humo.