Enero de 2009. Arrancaba la nueva red de autobuses de Jerez. Más moderna y eficaz, prometían. Aparte de peatonalizar Honda y ganar espacio al coche privado en Porvera, buscaba ahorrar costes (unos 300.000 kilómetros al año, evitando callejeos innecesarios), reducir tiempos de espera y mejorar la frecuencia de paso (17 minutos de media). Un salto adelante en el transporte urbano de una gran ciudad como Jerez —pero con unas dimensiones abarcables en su núcleo urbano— que seguía y sigue dependiendo en exceso del coche privado casi para todos los desplazamientos.
Sin embargo, el loable intento, en manos del gobierno del PSOE de Pilar Sánchez, se diluyó pasados unos meses ante las protestas especialmente de un reducido número de vecinos a los que no contentaban los cambios. El ejecutivo local de entonces no aguantó la presión y los autobuses volvieron a ser eso que todo el mundo usa en Jerez como ultimísimo recurso. Hasta hoy. Con fondos de la Edusi y con una subvención de unos 850.000 euros del Gobierno para paliar el déficit de viajeros por la pandemia, el Ayuntamiento no tiene ya excusas para afrontar un rediseño urgente de la red de autobuses, tal y como vienen demandando desde hace mucho tiempo grupos políticos como Adelante, que en su momento presentó un proyecto para que los autobuses redujeran sus tiempos de espera de una hora a tres minutos.
En el marco del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, la alcaldesa Mamen Sánchez ha avanzado este lunes que su gobierno prepara una nueva red de autobuses urbanos. En su comparecencia para hacer balance en el ecuador del actual mandato, la regidora socialista, sin especificar cuándo ni cómo, ha avanzado que habrá “un rediseño y una nueva configuración de la red de autobuses urbanos, más ágil, más eficaz, optimizada, que reducirá los tiempos de desplazamiento y garantizará una mayor puntualidad". Un sistema urbano "conectado y coordinado" que fomentará, en paralelo, el uso de medios transporte alternativos al coche, "con más de un centenar de plazas para aparcamiento seguro para bicicletas y vehículos de movilidad personal".
Por la experiencia del último gran intento, al margen de modificaciones puntuales y la renovación progresiva de una flota que en algún momento de la última década dio pena, más vale que lo que vaya a impulsarse cuente con participación y consenso, pues de lo que pudo ser un gran salto cuantitativo y cualitativo hace doce años se pasó a una gran frustración colectiva salpicada de protestas vecinales que engulleron lo que era un buen plan para la movilidad sostenible en la ciudad. Plan, por cierto, que entonces iba a estar acompañado de un tranvía, proyecto que finalmente se esfumó.
Según el informe Urban Audit, que publica el Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de desplazamientos al trabajo en cocheen en Jerez es del 46,83% frente al 7,61% que representa el porcentaje de desplazamientos laborales en transporte público. La duración media de los desplazamientos es de 20,31 minutos, por lo que una mejora en el funcionamiento del transporte público estimularía que desplazamientos tan cortos pudieran hacerse sin tener que tirar de coche privado.
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