El colectivo feminista Marea Violeta se ha concentrado en la tarde de este miércoles ante el aumento de víctimas de la violencia machista en el final del verano. Este mismo día, se han producido dos nuevos asesinatos en el país, que supera ya la cifra de 40, a espera de que el Ministerio de Igualdad amplíe el recuento una vez que tomen forma las investigaciones por los hechos más recientes.
La pasada semana fue asesinada también una mujer en Chipiona, Encarnación, en el domicilio que compartía con el que fue su pareja hasta la separación, que no era total debido a que seguían conviviendo juntos.

Y este domingo se conoció también que la mujer iraní desaparecida en julio en Jerez, Buran Forouzan, había sido asesinada por un vecino de Picadueñas, Miguel M., quien posteriormente la descuartizó, abandonando sus restos en un pozo a las afueras.
El Ministerio de Igualdad aún no ha calificado este asesinato como violencia machista, toda vez que el detenido era puesto este mismo miércoles a disposición judicial, decretándose su ingreso en la prisión de Puerto II. Por el momento, aún no ha trascendido si efectivamente existía entre víctima y autor de los hechos una relación de algún tipo, lo que será clave para considerar el asunto penalmente como violencia de género.
Más allá de las consideraciones legales, que serán estudiadas una vez finalice la instrucción y los hechos se sometan a juicio, el caso se englobaría desde un punto de vista social dentro de las múltiples variantes que existen de violencias machistas, razón por la que Marea Violeta ha denunciado un caso más en la larga lista de mujeres asesinadas. Por eso, desde el colectivo hablan de las setenta mujeres asesinadas, de las cuales 39 se imputa como autores a parejas o exparejas.
"El pasado domingo su cadáver fue encontrado en un pozo. Su asesino ha confesado", señalaban desde Marea Violeta en un comunicado donde repasaron. "Una vez más denunciamos que tenemos que parar esta barbarie que acaba con nuestra vida". Así, pidieron a las administraciones poner todos los recursos a su alcance para acabar con la violencia de género, subrayando "la suspensión de puntos violetas, la eliminación de concejalías de Igualdad, la eliminación de partidas presupuestarias y el continuo negacionismo" de la violencia machista.