La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha explicado la situación que vive Jerez tras el gran apagón que ha sufrido todo el país. En la comparecencia, ha estado acompañad por las autoridades de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local o Protección Civil.
Según ha explicado, a las tres de la madrugada llegó la electricidad prácticamente a todo el casco urbano, mientras que en la zona rural ha sido en torno a las cinco o las seis de la madrugada, por lo que en general el término municipal amaneció con luz. El abastecimiento de agua está también ya resuelto, tras completarse en la tarde del lunes la recuperación en la zona de Los Villares.
"Estábamos preparados y seguimos preparados", ha dicho la regidora, ante una situación en la que "yo ya no me fío de nada ni de nadie, seguimos preparados". En estas reuniones del Cecop, el organismo local que ha coordinado la situación, bajo indicaciones del Gobierno y de la Junta, también han estado representantes de Endesa y de Aqualia, lo cual ha facilitado la situación.
Durante las pasadas horas, ha habido en Jerez muchas intervenciones también de bomberos, y la Policía Local duplicó servicios, ubicándose de forma coordinada por toda la ciudad con Policía Nacional para que los ciudadanos tuvieran en horas de mucha incertidumbre a alguien a quien dirigirse si había alguna necesidad concreta.

Eso si, se ha dado prioridad a los servicios sanitarios, con seguridad específica ubicada en sus entornos, al igual que en centros de mayores o residencias, a los que se ofreció ayuda de forma coordinada. En paralelo, los llamados servicios esenciales también recibieron una cobertura especial, como fue el caso de gasolineras o similares.
Más de un susto
Entre las actuaciones, destacan rescates de ascensores, con varios casos en la ciudad, y ayuda a personas mayores o con movilidad reducida para entrar o salir de sus hogares, a falta de poder subir escaleras, que era una prioridad.

La tónica de este martes es ya de una normalidad casi completa, más allá de que ciertos servicios, como los trenes, aún tienen que ponerse en marcha para todas las personas que están tiradas en estaciones por toda España.
Por parte los bomberos, han sido 43 intervenciones, de las cuales 14 eran de ascensores, aunque las propias empresas también acudieron a rescates, por lo que son varios más los casos.
Hubo sustos como un incendio en una vitrocerámica. La cuestión es que estaba funcionando cuando se fue la luz y al arrancar de nuevo el suministro, se encendió de forma automática, pero ha quedado en un susto. También hubo múltiples avisos por humo confundido con incendios, casos que se dieron entre quienes tenían un generador con combustible y para los testigos era como si hubiera fuego.
Paralelamente, debido a la alerta naranja por viento, hubo problemas en techos de naves, chapas y caídas de árboles, pero sin consecuencias graves para las personas. Una situación que pasó a segundo plano a pesar de que se dieron rachas que se prevían de cerca de 100 kilómetros hora.