El tiempo se mantiene estable en Jerez durante este Viernes Santo, aunque el intenso calor ha puesto a prueba tanto a fieles como a cofrades. Los cielos se presentan despejados con alguna nube dispersa, sin rastro de lluvia durante la jornada, pero con unas temperaturas bastante altas que han llegado a alcanzar los 22 grados de máxima.
Uno de los momentos más destacados de la tarde ha sido el desmayo de un costalero de la Hermandad de La Exaltación. Tras haber recorrido ya gran parte del tramo, el hombre no ha podido soportar el calor y ha tenido que ser trasladado a la ambulancia que les acompaña durante la penitencia. A pesar del incidente, la procesión ha continuado con normalidad, manteniéndose el orden en todo momento.
Todas las hermandades en la calle
Todas las hermandades con salida prevista están recorriendo las calles de la ciudad, que están abarrotadas de fieles y devotos en esta jornada de profunda tradición religiosa.
La Hermandad de Loreto ha salido a las 17.50 horas desde la Parroquia de San Pedro, con su característico órgano, un elemento que siempre capta la atención del público. Poco antes, a las 16.25 horas, lo hacía La Exaltación, acompañada por María Santísima de la Concepción Coronada, desde la Parroquia de Las Viñas.


Por su parte, El Cristo ha iniciado su recorrido a las 16.45 horas, saliendo desde la Ermita de San Telmo, mientras que la última hermandad en hacerlo ha sido La Soledad, que ha comenzado su estación de penitencia a las 19.15 horas desde la Iglesia de la Victoria.
Temor por lluvias nocturnas
Aunque el día ha transcurrido sin sobresaltos meteorológicos, los cofrades no dejan de mirar al cielo. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), existe una probabilidad de lluvia del 70% de cara a la noche, lo que podría complicar el cierre de esta jornada tan señalada.

Mientras tanto, Jerez continúa inmersa en la recta final de la Semana Santa, con un ambiente de recogimiento y fervor que impregna cada rincón de la ciudad. La ciudad mantienen la esperanza de que el cielo se mantenga despejado para poder seguir acompañando la última parte de las procesiones.