En el dietario de la peña flamenca Los Cernícalos, la fecha del 17 de noviembre de 2024 pasará a la historia como uno de esos días en los que la alegría y el gozo se impusieron al gran número de contratiempos y obstáculos — a todos los niveles— que han tenido que sortear, a lo largo de un año aciago para la decana de las entidades jondas de la provincia de Cádiz, desde que tuvieron que entregar las llaves de su histórica sede a los dueños del inmueble de la calle Sancho Vizcaíno el último de los días del año pasado.
Han sido "diez meses y 17 días de una travesía por el desierto" en el que su peregrinaje apátrida por la ciudad ha encontrado por fin un oasis de salvación — al menos de momento— en los equipamientos de las Bodegas Cayetano del Pino en Jerez. Tanto es así, que el pasado domingo, en las instalaciones que dirige Fulgencio Meseguer tenía lugar la firma de un convenio por el que la peña flamenca Los Cernícalos pondrá instalar su sede en "un local de 110 metros cuadrados que estamos rehabilitando en la plaza del Carbón".
Visiblemente emocionado — y en algunas ocasiones hasta con la voz entrecortada— el presidente de la entidad, Jesús Atienza, agradecía "esta colaboración tan exclusiva, con un convenio que llevamos tiempo trabajando y que hoy ve la luz", señalando que los esfuerzos realizados por su equipo de trabajo también han intentado "abrir puertas por otras vías para no tener que estar exprimiendo mucho a los socios" y lamentando que desde el Ayuntamiento no se aporte "ese granito de arena con el que contribuyen con otras peñas".
"Este momento es para disfrutarlo, para vivirlo y para reforzar los lazos de amistad con esta bodega que ahora nos acoge", señalaba incidiendo en que esta colaboración supone "ofrecer nuestro asesoramiento y funcionamiento de lo que es nuestra cultura, el flamenco, durante estos cinco años que vamos a estar, de momento, en el local que nos ceden en la plaza del Carbón".
El edificio, actualmente en obras, tiene prevista la finalización de la rehabilitación a la que está siendo sometido en el próximo mes de febrero y, desde su apertura, será la nueva casa de la peña flamenca Los Cernícalos en Jerez. Una sede donde "nos volveremos a sentir en nuestra casa, para seguir apostando por nuestra cultura y disfrutando del flamenco, que es por lo que vivimos y, además, de forma totalmente altruista, que quede constancia de ello".
Acoger a Los Cernícalos en la bodega es como darle otro sabor al vino
El director de Bodegas Cayetano del Pino, Fulgencio Meseguer, señalaba que desde su llegada como inversor a Jerez "siempre hemos hecho el intento o el afán de aportar a la ciudad" y el hecho de cobijar en sus instalaciones a la peña flamenca Los Cernícalos es "subir un escalón más, aportando a la cultura del flamenco, que para nosotros es como darle otro sabor al vino, como un aditivo de nuestra marca a Jerez".
"Ha sido un año y medio de negociaciones que no han sido fáciles", aun cuando califica de "muy satisfactorio" el resultado obtenido de esta unión, que "va más allá de la mera colaboración por la amistad generada, no solo con Jesús, sino también con toda la junta directiva y motivo de ello es que la firma de este convenio se haga de forma pública" y no entre las cuatro paredes de una oficina, para que "los socios también sean partícipes de este acto".
Por ello, satisfecho y contento por lo que se va a hacer, Meseguer señalaba que comienza ahora "un camino largo, que no se acaba aquí, porque es un camino flexible, donde hemos acordado ciertas cosas en el convenio, pero también se ha dejado muy abierta esa colaboración para poder avanzar de distintas maneras". "Sé que han llamado a muchas puertas" incidiendo que son otras también las que "les han cerrado" y, por ello, entendía la emoción del presidente "de quien sé las dificultades que ha vivido, en tu deseo de dotar a la peña de un lugar donde volver a reunir a sus socios".
Más de medio siglo en Jerez apostando por el flamenco de forma altruista
Desde su constitución en el Parque del Retiro, su paso por el Pelirón o la Estancia Barrera y su traslado a la calle Sancho Vizcaíno, lugar donde han estado ubicados más de cuarenta años, la Peña Flamenca Los Cernícalos cumple 55 años como colectivo asociativo dedicado a lo jondo en 2024.
Gracias a aficionados acérrimos como Antonio Benítez Manosalvas, Juan Enri, Joaquín Rodríguez o Pepe Mateos, entre otros, desde hace más de medio siglo, el lema 'saber escuchar', que es muchas veces más difícil que cantar, bailar y tocar la guitarra. Tenerle respeto a quien canta, toca o baila, nada más. Y nada menos.
Son pocos los socios fundadores los que aún están con nosotros, después de más de medio siglo de vida de la entidad, pero a sus 92 años, uno de ellos, Antonio Benítez — Antoñín para sus amigos el mundo del flamenco— no quiso perderse tampoco esta cita tan importante para la entidad.
Entre charla y charla recordaba su procedencia cordobesa y su llegada a la ciudad "con solo 10 años", su paso por el periódico en el que trabajaba, así como las andanzas y aventuras llevadas a cabo para "poner en marcha el Concurso Internacional de Guitarra que hacíamos o el de saetas en Semana Santa" o bien coger el coche o la moto y llevar a distintos concursos a los artistas jerezanos que ellos entendían que tenían las cualidades suficientes, corriendo con todos los gastos.
Entre sus recuerdos, aún aflora la emoción con las noches vividas — y bailadas— en una entidad por la que han pasado "todos los grandes del momento" y que de la que puede decir alto y claro que "saben sufrir", además de saber escuchar.
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