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Jorge Pascual, nuevo presidente de Fedejerez: "Me siento como son los vinos de Jerez... un clásico moderno"

'Rescatado' por el sector de manera inesperada tras llevar cuatro años jubilado, apuesta por un futuro en el que convivan tanto grandes empresas muy diversificadas como pequeñas propuestas de gran especialización

Jorge Pascual, ante la sede la Cámara de Comercio y la CEC en Jerez.
Jorge Pascual, ante la sede la Cámara de Comercio y la CEC en Jerez. JUAN CARLOS TORO
21 de marzo de 2025 a las 19:10h

Un hombre contento con volver a coger el maletín todas las mañanas

Jorge Pascual, 70 años, natural de Sanlúcar, ha vuelto a la primera línea del Marco de Jerez después de estar cuatro años jubilado (y jubilado no es una manera de hablar). Tras haber sido en presidente del Consejo Regulador del Vino y primer directivo de bodegas como Sandeman o Delgado Zuleta, este ingeniero industrial de formación ocupará la presidencia de Fedejerez hasta finales de 2028.

"Era un tren que había que coger", dice, refiriéndose a la propuesta que le hicieron las bodegas que conforman la patronal bodeguera. Está simplemente encantado de volver a coger el maletín todas las mañanas, como dice en un aparte de la entrevista, y salir rumbo a Jerez desde su casa de Sanlúcar.

Pascual afirma que, durante estos cuatro años, ha mantenido el contacto con el sector, tanto en lo personal como a través de la prensa... que no se ha ido del todo, vaya. Está claro. De alguien que responde "veo perfectamente la singularidad de Sanlúcar y la especificidad de Jerez", sin dudarlo, o sigue teniendo el sector bodeguero en la cabeza o se ha preparado perfectamente un cuestionario, que ya les dice este cronista que no es el caso.

Como su antecesor en el puesto, Evaristo Babé, Pascual echa de menos una mayor representatividad sectorial para Fedejerez y piensa que en el Marco tienen cabida todas las propuestas, grandes bodegas muy diversificadas y los pequeños cosecheros desarrollando propuestas muy concretas...  y que en estos tres años largos (muy largos) que tiene por delante hay tiempo para trabajar por todos ellos.

PREGUNTA. Así que, usted que llevaba cuatro años jubilado, está un día sentado en su casa, leyendo o viendo la tele, le llaman por teléfono y le dicen "hola, que somos de Fedejerez, que si...".

RESPUESTA. Sí, fue realmente así. Me llamó una persona relevante de Fedejerez, a la cual me une una amistad de hace mucho tiempo. Entonces me dijo que quería comer conmigo. Salió el tema, que querían que fuese el presidente de Fedejerez, y me intentó convencer... pero yo estaba convencido desde el primer momento. Pensé que era un tren que pasaba y era un tren que había que coger.

P. ¿Pero se hizo el duro o no?

R. (Sonrisas) No, no, al contrario, le dije que conmigo no iba a haber ningún problema.

P. No sé si es fácil para alguien que lleva cuatro años jubilado volver a un puesto de primera línea...

R. Bueno, le lo voy a contestar al revés. A ver, conoces todas las cosas perfectamente, pero sí me había dado cuenta de que había cambiado bastante el sector y que también habían cambiado muchas caras. Había muchas caras amigas que por tanto me resultaban fáciles y luego había otras que no conocía. Pero no me ha sido difícil porque he visto que aunque se ha evolucionado en muchas cosas y, evidentemente, Fedejerez no es lo que era hace años, ni el sector tampoco, sorpresa sorpresa no me he llevado ninguna.

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Jorge Pascual, durante un momento de la entrevista.   JUAN CARLOS TORO

P. Usted es de las pocas personas que hace 'doblete' en el Consejo Regulador del Vino y Fedejerez. Solo se me ocurre Luis García... Bueno, y Evaristo Babé teniendo en cuenta al Brandy de Jerez...

R. Sí, ya que me habla de Luis García... creo que Luis García y Juan Luis Bretón creo que históricamente han sido las dos personas clave en Fedejerez. Luis García hizo de Fedejerez una gran patronal que amplió los cometidos y servicios y Juan Luis Bretón fue el que puso en marcha la gran oportunidad que significaba la promoción, mucho antes de qie lo hiciera el Consejo Regulador. Después, si se quiere, pues ya la guinda se la puso Paco Valencia. Mire, si una cosa que ha hecho muy bien siempre el Marco es buscar a los presidentes del Consejo Regulador que en cada momento necesitaba, y Luis García repitió porque en aquel momento estábamos debatiendo el tema de la Ley del Vino en España. un tema en el que a las denominaciones de origen se les atacaba de alguna forma porque se estaba buscando una cierta libertad de mercado sin entender lo que era concepto de denominación de origen tradicional. Y hubo que luchar mucho para que hicieran sitio. Hoy están perfectamente asentadas las cosas, pero en aquel momento era muy difícil y hacía falta una persona que entendiera mucho de leyes, como era Luis García Ruiz y con muy buenas relaciones en determinados niveles del Estado español... 

P. Está claro que al sector bodeguero de Jerez, de lo que no se le puede acusar es de eso que ahora se da en llamar 'edadismo'...

R. (Más sonrisas) Cuando me fui –y yo siempre he seguido la actualidad del Marco–, sí pensaba que a lo mejor había que cambiar un poco de caras. Y ahora que he vuelto y aterrizado me doy cuenta que el mayor soy yo, veo que hay gente joven que seguro que en algún momento determinado habrá pensado ¿qué hace este tío tan mayor aquí con nosotros? A mí me pasa igual y me ha servido de estímulo. A ver, no es que quiera ser el más moderno del mundo... le diría que como los vinos de Jerez, soy un clásico moderno, yo me sé adaptar a la gente. No veo una lucha de generaciones, yo me adapto perfectamente. Tienes experiencia, te vas ganando el respeto, ofrece soluciones... Pero fíjese que en mi comisión ejecutiva, la gente tienen 50 años o menos...

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Pascual, ante una bota-mesa de la federación bodeguera.  JUAN CARLOS TORO

P. Sanluqueño, buen conocedor de Jerez... digamos que es una persona adecuada para 'engrasar' algunos problemas que hay entre Sanlúcar y Jerez. ¿Cómo va eso?

R. Bueno... he trabajado en Jerez, he vivido en Sanlúcar, he trabajado al final en Sanlúcar, cosa que no había hecho anteriormente, y ahora he vuelto a Jerez. Por tanto, me resulta fácil moverme en los dos mundos. Veo perfectamente la singularidad de Sanlúcar y la especificidad de Jerez... veo que las dos pueden convivir y entonces me resulta muy fácil estar ahí. Puede ser una de la razones por las que me han buscado, sí. A ver, yo no pretendo que todo el mundo se integre en Fedejerez e incluso entiendo que Fedejerez es un nombre que puede resultar difícil para vendérselo a alguien de Sanlúcar, pero entiendo que sí se puede colaborar, trabajar y llegar a los plenos del Consejo Regulador con las cosas de alguna forma acordadas o consensuadas, en vez de dar alguna vez la sensación de que parece que son dos mundos con 20 km de diferencia, y que, la verdad, no es así.

P. Entiendo que, como su antecesor, Evaristo Babé, apuesta porque Fedejerez recupere peso en el sector, empezando por el pleno del Consejo Regulador...

R. Es que Fedejerez es el 80% del presupuesto del Consejo Regulador del Vino y el 100% del Brandy. Que de 20 vocales, solo cinco sean de Fedejerez no tiene lógica desde ese punto de vista. Y por tanto, uno de mis objetivos fundamentales es el mismo que tenía Evaristo Babé, recuperar un porcentaje de representación que justifique la aportación o la involucración que tiene Fedejerez. Es verdad que Sanlúcar tiene una serie de bodegas que pueden tener su espacio y hay pequeñas bodegas que tienen que estar, pero es que, además, de las 6.000 hectáreas de viñedo, el 25 % pertenece a bodegas de Fedejerez. Yo mismo, la primera vez que entré en el Consejo Regulador del Vino, lo hice como vocal de viñas. La reglamentación que existe ahora mismo, la ley electoral, no permite ir más allá, lo cual no quiere decir que en los próximos años no vayamos viendo alguna forma de conseguir una mayor representación. Cada vez que el Consejo quiere hablar de promoción acude a Fedejerez, también a los demás, pero lógicamente acude a Fedejerez. Pero claro, cinco vocales... eso también desgasta mucho.

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Jorge Pascual, posa tras la entrevista.  JUAN CARLOS TORO

 P. Ha hecho referencia a la promoción. Es indudable que el jerez está en un buen momento en cuanto a prestigio e imagen, pero no se vende como debería. La pregunta es recurrente: ¿Qué podemos hacer?

R. Bueno, la responsabilidad de que se venda o no se venda un producto es de cada bodega, de cada empresa. Todos alguna vez hemos echado la culpa al sector, para evadir la nuestra. El Consejo Regulador, en la promoción que ha mantenido durante todos estos años, ha alcanzado el prestigio, el reconocimiento, el número uno en todos los sentidos... Efectivamente, el sector está en un buen momento, ha mantenido sus marcas y su prestigio... aunque es verdad que ha bajado sensiblemente en lo que es su promoción, veo ganas de ir recuperando determinadas cosas.

"El vino y el brandy ya no soportan en exclusiva la cuenta de las bodegas. Ahí están también el vermú, los spritz, los blancos o el sherry cask"

P. Cómo...

R. A ver... en estos cuatro meses he aprendido que el vino de Jerez, la manzanilla el brandy y el vinagre de Jerez ya no soportan en exclusiva la cuenta de resultados de las bodegas. Está la diversificación a otros vinos, al vermú... ahora, dentro de nada, vamos a vivir que todas las bodegas van a lanzar un spritz. Lo que antes hacíamos mal, con la jarrita, el hielo y todo este tipo de cosas, ahora lo vamos a hacer bien con el liderazgo de González Byass al principio y ahora con todas las bodegas siguiéndole. Están los vinos blancos. Muchas bodegas han comprado en otras denominaciones de origen... con lo que eso significa en cuanto a comercialización de otros productos. A veces nos fijamos solo en dos productos, pero las bodegas siguen aquí afincadas, siguen desarrollando.

P. Ahí está el sherry cask...

R. Exacto, el envinado de botas. Es un mundo que yo me fui sin conocerlo y he vuelto y me lo he encontrado perfectamente hecho, con las bodegas plenamente responsables de ir mejorándolo. Debemos ser cada vez más exigentes y seguir prestigiando este producto, porque se está viendo que no necesariamente tiene que vivir solo del whisky, sino que en un momento determinado otras bebidas espirituosas se pueden sentir atraídas. Y bueno, ahí está el brandy jerez, del que algunas veces nos hemos olvidado de que son todos sherry cask... Y como colofón está el tema del enoturismo, un tema que ha pegado un vuelco en estos últimos 15 años, con el Marco, con las rutas del vino y brandy que más se visita de España y sin necesidad de haber construido edificios con los mejores arquitectos para que la gente venga. Además, de manera desestacionalizada. Todo esto son nuevas fuentes de ingresos. Es posible que las pequeñas sigan viviendo del monoproducto o de dos productos, pero sobre el resto te das cuenta de que han diversificado y siguen invirtiendo.

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Jorge Pascual, en su despacho durante la entrevista.   JUAN CARLOS TORO

P. Y todo esto en un mundo cada vez más complicado para el alcohol, tanto desde un punto de vista social como político...

R. Toda reglamentación es que no te deja últimamente ni respirar, porque vamos, todo son campañas antialcohol.

"Estamos viendo la posibilidad de un acuerdo a diez años que dé estabilidad a la reposición de materia prima"

P. Volviendo sobre el sherry cask... No hay duda de que hoy es un elemento muy importante en lo que a la cuenta de resultados de las empresas; sin embargo, también es cierto que crea cierta distorsión en cuanto al aprovisionamiento de la materia prima. No sé cómo se puede abordar eso... 

R. El tema del viñedo, el tema de la reposición, que al final es de lo que se habla, es algo fundamental, en el que queremos poner cierto orden. La sequía, la escasez de uva, ha tirado de los precios alza y hemos intentando repercutir ese incremento en el coste de reposición sobre el precio de mercado y el mercado nos ha respondido como normalmente responde en estos casos, que es, a subida de precio, caída de ventas. Creo que ni al viticultor ni al sector comercializador nos interesan estas subidas y bajadas porque el mercado no las va a admitir. Entonces, y estamos trabajando en ello todas las organizaciones, estamos proyectando a 10 años todo lo que es la reposición. Ahora, con estas lluvias, probablemente dentro de unos meses estemos hablando de excedentes y esto tampoco le interesa a nadie. Además, y vuelvo sobre el sherry cask, nos encontramos con que su crecimiento, exponencial en los últimos años, ya se está apaisando. Por eso, estamos reuniéndonos todas las asociaciones, analizando las necesidades de vino de Jerez y manzanilla, de vinagre de Jerez y vinos blancos también, para ver en un momento determinado cómo podemos proyectar en el tiempo una estabilidad tanto en precio como en reposición, un tema que nos preocupa mucho.

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Un gesto del presidente de la federación bodeguera.  JUAN CARLOS TORO

P. Es inevitable hablar de aranceles en este mundo que nos ha tocado vivir...

R. Ya. Es que los aranceles los inventó el vino (sonrisas). El mundo del vino era local y, de repente, el bodeguero descubrió que podía comercializar el vino en el pueblo de al lado y para entrar allí pues le tenía que pagar al tío del puente... llámelo tasas, impuestos, aranceles. O sea que hemos vivido toda la vida con aranceles. Algunas veces lo vemos como protección y otras veces una simple fuente de ingresos. Lo que pasa que el arancel, tal y como se entiende en estos últimos meses, es un arma política. En el mundo del vino estamos un poco disgustados con la Unión Europea por cómo ha contraatacado un movimiento de Trump que afectaba al acero y aluminio. De repente se han metido un montón de cosas, sin tener en cuenta que a uno y otro lado hace mucho que llevamos años trabajando en sintonía –no siempre con éxito, ahí sigue el uso del término 'sherry'–, pero bueno, con respeto y cierta comprensión en los dos mercados, de lo que todos ganábamos. Ahora, desde ambos lados estamos presionando a nuestros gobiernos, tanto la parte americana como nosotros, para que dejen en paz al mundo del vino. No lo vamos a conseguir fácilmente, los vientos no son muy proclives, pero por lo menos se está haciendo ruido y trabajando a todos los niveles porque es verdad que hemos mezclado churras con merinas. A ver, Trump ya estuvo en un anterior mandato y estábamos preparados porque se veía que iba a ganar, pero no pensábamos que la Unión Europea en las contramedidas que iba a sacar contra el movimiento que ha hecho Trump metiera el tema de las bebidas y sobre todo atacara a un producto americano muy significativo por intereses como el whiskey, el bourbon, que de ahí viene su amenaza al vino. 

P. Tal vez porque tampoco se bebe en Europa mucho bourbon, España y Reino Unido, si acaso...

R. En Europa se bebe bourbon porque hay espacio para todo, para el whisky escocés y también para el bourbon. Sobre todo en Reino Unido y, en la UE, España. Seguramente no es tan significativo económicamente como para nosotros, pero coño, arancel al aluminio y al acero, respondes con el bourbon y ahora tocan al vino... Una guerra donde no la había.

"Estamos molestos con la UE por su respuesta a los aranceles de Trump incluyendo el bourbon, lo que al final puede salpicar al vino"

P. Cambio de tercio. Digamos que el vino de Jerez, dentro de unos meses, tiene por delante un reto que tal vez es más complejo de lo que se ha contado, como es el del descenso de grado. Fino y manzanilla van a bajar a 14 grados, cuando muchos vinos blancos están saliendo ya al mercado a 13 y 13 grados y medio. No sé si tiene pleno sentido esta jugada...

R. Bueno, habrá que hacer cierta pedagogía. A mí no me preocupa tanto el tema. Los 15 grados ha sido una barrera como muy cómoda, porque era una barrera a la vez impositiva y de calificación de los vinos. Por debajo eran vinos tranquilos, por encima éramos vinos generosos. Todo muy 'cómodo'. Yo creo que estamos dando un paso que comenzamos con los vinos en rama y al que ahora le vamos a dar una vuelta de tornillo. Los 15 grados transmitían también técnicamente al que los elaboraba una tranquilidad. Cuando en las bodegas se hacía una inspección, casi siempre el grado estaba por debajo de 15. Eso nos obligaba a dos cosas, o bien hacer una regularización de grado en mitad del proceso o, hacerlo al final, al embotellar el producto. Ahora nos vamos a encontrar con la oportunidad de no hacerlo porque yo creo que no vamos a bajar los vinos a 14 grados... y ya, así, porque lo dice el reglamento. Yo creo que los vinos van a seguir criando como tienen que criar. Se trata de que los vinos salgan al grado en que están en ese momento. Eso sí, las líneas de embotellado van a tener que ser súper ágiles porque ya no vamos a poder comprar cientos de miles de etiquetas con la graduación alcohólica con mucha antelación, sino que vamos a tener que ir colocando la graduación alcohólica del producto en función de la analítica que se le haga antes de embotellar. Le va a dar un contacto al consumidor más cercano a la bodega, no vamos a estandarizar el grado. Si lo estandarizáramos, entonces sí me preocuparía lo que usted dice, pero no es lo que estoy respirando. O sea, que sería salir a 14 grados, a 14,2 ó a 14,5 grados, los que sean. Ah, y desde luego esto no va de impuestos y tipos impositivos. Queremos colocarnos donde creemos que debemos estar.

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Jorge Pascual, fuera de la sede de la patronal. JUAN CARLOS TORO

P. Es verdad que la mayoría de los vinos de pasto no tienen crianza, pero con los 13 o 13,5 grados que suelen tener, no deja de ser llamativo que sean el fino y la manzanilla los que se acerquen a ellos... 

R. Es que los 15 grados, insisto, era una barrera más impositiva que real. Si hablamos de tintos, ¿cuántos grandes reserva de alguna zonas se iban a 15 y había que 'bajarlos', como fuera, a 14,8 grados, por ejemplo, solo por ese tema? Ahora hay desde el viticultor, que también lo tenemos aquí, que quiere vinificar con graduación natural y que ha llegado a los 15 grados y que, bueno, ahora lo tendrá más fácil. Por tanto, el esmero del viticultor va a seguir estando. Yo creo que finos y manzanillas y vinos de pasto son dos conceptos completamente distintos. El vino de pasto es un vino que, si tú quieres, lo envejeces en botella en tu casa, pero te lo vendo como vino con la cosecha determinada, mientras que nuestros vinos siempre van a tener crianza y por tanto van a tener siempre más años. Entonces, esa longevidad es la que nos va a separar perfectamente ante el consumidor...

"Los finos y manzanillas no van a bajar forzosamente a 14 grados... van a salir al grado al que están habitualmente en bodega"

P.¿Usted es partidario de los vinos de pasto dentro del Consejo Regulador?

R. Yo creo que los vinos de pasto se merecen una denominación de origen para ellos solos.

 P. ¿Pero una denominación que al final estuviera en la estructura Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla, Vinagre y Vinos de Pasto o...? 

R. Yo creo que al final este es un tema de economía. Las denominaciones de origen siempre han nacido, cuando lo hacen bien, como un grupo de productores que empieza a elaborar algo singular que luego al final acaba siendo reglamentado para que los consumidores, como usted o como yo, identifiquen un producto comprable e interesante. O sea, no se crea una denominación de origen y después se busca a los productores y no sé qué. Luego la normativa te obliga a que tengas que tener un órgano de gestión que no tiene nada que ver con el producto. Por eso, entiendo que, en un momento determinado, por sinergias, se puedan encajar dentro de lo que es la estructura de gestión del Consejo Regulador, por muchas cosas que son obvias.  

P. De todas formas, el sector lleva como diez años hablando de qué hacer con estos vinos, que lo mismo alguien se ha aburrido y todo...

R. Hombre, en Fedejerez tenemos alguno de estos productores y no los veo aburridos, al contrario... en Territortio Albariza, donde ellos siguen para adelante, las cifras les apoyan, los precios son magníficos y la demanda que están teniendo es tremendamente grande. A lo mejor, si se creara una denominación de origen y aparecieran otros ahí... a ver, lo que quiero decir es que a nadie le gusta ser pionero, le gusta ir ya amparadito, pues a lo mejor aparecería una competencia que hasta ahora mismo no están teniendo. 

P. ¿Y el término 'vino de pasto', le gusta? Es que hasta el nombre es motivo de polémica...

R. A mí me parece que eso es el chocolate del loro. Creo que en el Marco perdemos mucha energía en determinadas cosas que se van a ir fijando a medida que avance el propio tema.

P. A algún bodeguero le he escuchado que "el pasto, para los animales". Personalmente creo que si se ha creado cierto quorum alrededor de 'pasto' por qué cambiar...

R. Es su opinión y es la mía, pero al mercado le importa un pito si se llama vino de pasto o no, siempre que nos sirva para diferenciarnos de otros vinos. Llevamos dando vueltas a esto desde el 'Pepito' de Asaja y aquello del Jerez Joven. Entonces perdimos mucha energía. Yo creo que en el Marco, a veces, inventamos determinadas cosas, pero nos pasa que no era el momento, nos equivocamos. Yo me acuerdo cuando empecé con César Saldaña a decir que había que cambiar el catavino y en aquel momento nos 'quemaron' porque no era el momento y después las cosas han caído por su propio peso. Con el vino de pasto va a pasar exactamente lo mismo. Aquí le damos protagonismo a determinados temas que no son los relevantes y otros relevantes los dejamos pasar....

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Otro gesto de Pascual durante la entrevista.  JUAN CARLOS TORO

P. Le quería preguntar por el futuro, digamos, a tres, cuatro años... su mandato, vaya. No sé si ve ese futuro con más 'Cayetanos del Pino', por decirlo de alguna manera, o el nuevo interes por el Marco de grandes empresas internacionales, como ha ocurrido con The Macallan. ¿Cómo ve el tema?

R. No son excluyentes, en el Marco siempre ha habido tanto empresas de proyección mundial como pequeñas empresas muy especializadas, ahora incluso los vignerons (los viticultores cosecheros). Cayetano del Pino, Tradición o Fernando de Castilla están ahí, trabajando y haciendo las cosas muy bien. Y de ese tipo de bodegas, igual que en Sanlúcar, pienso que habrá cada vez más. Lo importante es la esencia de lo que tú tienes. Yo creo que por ahí es por donde va a crecer este sector. En las grandes casas creo que la diversificación va a ser clave. El vermú va a crecer de manera significativa y a mucha honra le vamos a poner la palabra Jerez con las reglas que tenga que tener. Y otras bebidas que todavía no hemos imaginado que van a salir. Los spritz van a crecer tremendamente. Pero estoy de acuerdo con usted con poner de ejemplo a Cayetano del Pino, lo que está haciendo, la gama de producto que saca y, sobre todo, la ilusión que ves en el empresario, que ya lleva varios años y no cede. Porque en este sector alguna vez aburrimos un poco a la gente y a Fulgencio Meseguer se le ve que está pletórico y buscando nuevas ideas dentro del respeto a la tradición, algo que veo también en la gente de Territorio Albariza y en otros productores que van entrando en manzanilla y en vino de Jerez, no solamente vino de pasto. Por tanto, va a seguir habiendo tejido por abajo, con reconocimiento y prestigio. ¿Va a redundar en las ventas de vino de Jerez? Lo que no parece es que haya sitio para la línea blanca, se va al premium, a un sector de más y mejor rentabilidad, potenciando las marcas. Si hay rentabilidad va a haber inversión en marca. Ese es el futuro, no hay otro...

Sobre el autor

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

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