José Mercé 'carga' pilas alcalinas en esta taberna antes de su recital en Jerez

El artista no dudó en visitar uno de los establecimientos más conocidos de la ciudad antes de su actuación en el Villamarta

José Mercé junto a los trabajadores de la Taberna del Arenal.

José Mercé actuó este sábado en el Teatro Villamarta. Una actuación especial para el artista, que volvía a casa y, además, lo hacía durante el Día Internacional del Flamenco. Por ello mismo, el cantaor no dejó pasar la oportunidad de visitar uno de los lugares gastronómicos más conocidos de la ciudad.

Mercé acudió a la Taberna del Arenal para cargar las pilas de cara al espectáculo que ofrecería horas más tarde en el Villamarta. Como suele ser habitual en estas ocasiones, el artista se fotografió con los trabajadores del local. En la imagen se puede observar la alegría e ilusión con la que José Mercé afrontaba el 16 de noviembre. También visitó La Marea de Marcos.

Tras la visita, el cantaor pudo ofrecer a los jerezanos su espectáculo "El Oripandó". Una obra que es el resultado de un largo e intenso trabajo de conceptualización, composición y producción junto a Antonio Orozco. El músico barcelonés ha destilado en él dos años y medio de conversaciones y confidencias con el cantaor gaditano y su familia. Es una obra de marcado carácter biográfico que traslada ese diálogo íntimo a quien escucha. La vida misma, con lo bueno y con lo malo, encapsulada en ocho temas de inequívoco sustrato flamenco que desbordan marcos formales, genéricos y sónicos. Además, propone un viaje desde la tiniebla hacia el amanecer –eso es lo que significa "Oripandó" en caló– y concluye con un final abierto –“Alegría”– que nos invita a continuar el camino para extraer lo mejor de ese milagro a menudo inexplicable y aterrador que es la existencia.

"En 'El Oripandó' hay atrevimiento, pero también mucha jondura. Extensas composiciones de tono progresivo, baladas, antiguos cantes de fragua dándose la mano con el rap, patrones electrónicos aproximándose al rock y quejidos existenciales envueltos en orquesta sinfónica. Todo cabe en esta obra audaz y emotiva, tachonado de colaboraciones rutilantes. Un álbum llamado a sorprender incluso entre los parroquianos más devotos", describen desde el Villamarta.

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