Kiko López es un empresario de Jerez dedicado a la confección, vocación comercial en la que se inició muy pronto. Con 16 años tenía claro a qué quería dedicarse. Trabajó en distintos ámbitos de la confección y el diseño de moda masculina. Ahora, a sus 34 años de edad, lidera una marca propia, Kiko Bigot, que ha dado un paso delante abriendo su primer establecimiento situado en la calle Honda.
Kiko atiende al cliente directamente en un espacio que lo ha acondicionado al estilo y al producto que vende, y con mucho de su personalidad. Nada más entrar, el aroma que se respira delata un sello propio y en los estantes cuelgan decenas de trajes, complementos, camisas, corbatas… En 2018 comienza la aventura independizándose y creando la empresa Ideas SL, "que es nuestra empresa dedicada al textil".

Decidió lanzarse “en serio” debido a que consiguió fabricar merchandising para la marca de MotoGP con la que actualmente sigue trabajando en accesorios como gorras, camisetas, polos, sudaderas, camisas, “que se venden en 14 circuitos, todos los de Europa más el de Estados Unidos”.
Es otra de las líneas de negocio que tiene abierta, trabajar para otras empresas creando sus artículos. Kiko López cuenta a lavozdelsur.es que la epidemia provocó un cambio de estrategia debido a que la marca Kiko Bigot la distribuía “en 33 puntos de venta a lo largo de toda la geografía nacional”, una crisis que provocó que las ventas y el cobro se vieran sensiblemente alterados en un momento en el que la firma estaba “en su punto álgido”.
"Se cerraron muchas empresas, muchas tiendas, y bueno, nos vimos obligados a darle otro giro de tuerca. Se nos dejó bastante dinero colgado, pero nos recuperamos”, relata el empresario. La táctica pasa ahora por seguir la línea creativa y abrir tiendas propias: "Hemos empezado en Jerez hace muy poquito, pero con una grandísima acogida y aceptación entre nuestro público".

Otro frente de negocio será dar el salto online "en el que ofreceremos todos los productos que fabricamos, aunque ya en las redes estamos muy activos". En Facebook, cuenta 50.000 seguidores, "hoy en día nos vemos obligados a no solo tener puntos de venta físicos, sino a trabajar online".
La tienda está en la calle Honda, en pleno centro de Jerez, una ubicación "buena porque le da al centro una vida diferente" y llama la atención sobre del hecho de que "las grandes marcas se están yendo del centro urbano de muchas de ciudades para abrir solo en centros comerciales, como ha sucedido en Jerez. Ahí tenemos nuestro hueco".
"Sabemos lo que queremos y sabemos a dónde queremos llegar"
"Siempre llevo bigote y Kiko es mi nombre; de ahí nace Kiko Bigot". La tienda está orientada a la sastrería, "trajes de chaqueta, americanas, corbatas… todo lo que es vestir al que va a un evento". Además se complementa con colecciones propias como chaquetones, camiserías, polos, chalecos "trabajamos de todo, tanto sport como de vestir".


Su vocación por la moda no tiene precedentes en su familia "vengo de una familia humilde, vengo de cero y en mi casa nadie ha sido empresario ni empresaria". Recuerda que cuando quiso lanzarse a este mundo "iba a los bancos y me decían que tenía que venir con mi padre cuando yo explicaba mi idea con 16 años".
Al final la familia le echó un cable a modo de aval en un préstamo para empezar, "y ahí empezó todo". Kiko López reconoce que ha sido un camino complicado y de mucho trabajo, "todo consiste dedicarle muchas horas, como todos los negocios, pero es la ilusión de mi vida".
"No solo se trata de venderte una prenda, sino venderte una experiencia"
El diseño propio es el plus que caracteriza a la marca, que obviamente su logotipo es un bigote. "Buscamos los mejores tejidos y después la atención al cliente; no solo se trata de venderte una prenda, sino venderte una experiencia y sobre todo una atención personalizada, en asesorarte, en cuidar todos los detalles y en que te vayas contento para que vengas mañana o que se lo digas a otros".
Kiko Bigot, que tiene entre sus modelos a Jesús Méndez, cantaor que este año encarna a uno de los Reyes Magos en la Cabalgata de Jerez, cree en el futuro, una marca nacida en su tierra y que su propietario considera que el porvenir "es muy prometedor con una línea de trabajo muy clara: sabemos lo que queremos y sabemos a dónde queremos llegar".