Unas 200 personas se han manifestado para pedir la apertura de La Cartuja a las visitas además de otras reivindicaciones como dotar de vigilancia el monasterio para evitar que en su interior no se vulnere su estado original. Las redes arden entre los jerezanos que recientemente han visitado el monasterio y comprueban todo tipo de modificaciones y alteraciones en un Bien de Interés Cultural.
La convocatoria se inició a mediodía en la plaza del Arenal, trasladándose más tarde al Ayuntamiento y finalmente hasta la sede del obispado, donde se entregó en el registro 600 firmas recogidas por la asociación suscribiendo las reivindicaciones .
José Luis Maldonado, presidente de DEPA Jerez, entidad promotora de las protestas, señaló a este medio que “nos hemos centrado en pedir la apertura a las visitas como monumento que es de todos”. Ahonda diciendo que tuvieron una reunión con el obispo en la que “nos dijo que podíamos colaborar para desarrollar esas visitas algo que estamos dispuestos a hacer”.
Sin embargo, Maldonado lamenta que “el obispo nos dijo que estaba activada la visita virtual en colaboración con una editorial. Con esa excusa se evita la visita presencial y así no se molesta a las monjas”. No obstante, la DEPA Jerez subraya que “seguimos reivindicando la presencial; aunque la visita virtual no está de más, debe ser complementaria a la presencial”.
Junto a las visitas, el colectivo adjunta otra serie de peticiones urgentes que han trasladado a la Junta de Andalucía relacionadas con la conservación y protección del monumento “ya que hay deterioros en muros, bóvedas, y otras reparaciones”.
Además y no menos importante, suman la dotación de una vigilancia para evitar que se vulnere el estado original en el interior del monasterio. Como informó lavozdelsur.es, el pasado fin de semana, con motivo de la solemnidad de la Resurrección, las personas que asistieron a misa en la iglesia vieron estupefactas como la rica solería original e incluso la tumba de Obertos de Valeto, fundador de La Cartuja, están cubiertas por completo por un suelo similar al linóleo.
“Esa vigilancia es necesaria para no vulnerar el estado original del monasterio. Incluso pedimos la restitución de las obras que han salido de la Cartuja. Sabemos que es difícil que vuelvan pero que conste que deben regresar al espacio para las que fueron creadas”, asevera Maldonado.
“Nos hemos lanzado a las movilizaciones ante la actual situación”, espeta el presidente al hacer referencia a una reunión que tuvo el prelado jerezano con la delegada del Gobierno Andaluz en Cádiz, Mercedes Colombo, a la que la DEPA Jerez ha pedido una cita “de la que no hemos tenido respuesta”.
Recordar que tanto esta asociación como no pocos historiadores y expertos en arte vienen denunciando la situación de La Cartuja en cuando a su mantenimiento, la negativa a activar las visitas, y lo que sospechan que debe estar sucediendo en el interior en cuanto a esos cambios, los visibles y los que se puedan haber hecho en la zona de la clausura, que las monjas de la Orden de Belén, sus actuales ocupantes, están llevando a cabo.