A escasas fechas de la inauguración oficial de la Nave del Aceite como primer edificio del Centro Cultural Lola Flores en Jerez, la alcaldesa Mamen Sánchez no se ha cansado en los últimos meses de poner de relieve la “tremenda generosidad” de las dos hijas de la inmortal artista, Lolita y Rosario González Flores.
Según ha reiterado, no está en su ánimo el lucro a la hora de sacar adelante un equipamiento que la regidora socialista, a las puertas del intento de revalidar su tercer mandato al frente del Ayuntamiento de Jerez, considera que “revolucionará” la ciudad, y especialmente su centro histórico. Las negociaciones han sido largas, pero "fáciles", según destaca Sánchez, quien en todo momento ha asumido desde Alcaldía-Presidencia el impulso definitivo al Centro.
En contacto en todo momento con Mariola Orellana, representante de Lolita y Rosario, el equipo de gobierno no las ha tenido consigo en algunos momentos para tener a punto un proyecto que la ciudad lleva anhelando desde hace décadas.
A mediados de enero pasado, en junta de gobierno local en el Consistorio jerezano y con las hijas de La Faraona en un hotel de la capital de España, se firmó el convenio de colaboración entre la administración jerezana, la fundación municipal universitaria y de las artes (Fundarte, que también explota el Villamarta), y Lolita y Rosario. Unas bases, a las que ha accedido lavozdelsur.es reguladoras de las condiciones para la puesta en marcha, desarrollo y funcionamiento del Centro Cultural Lola Flores en la plaza Belén de Jerez.
La letra pequeña del acuerdo, efectivamente, recoge esa “generosidad” a la que en todo momento ha aludido la regidora jerezana, pues como contrapartida a la cesión de patrimonio de Lola, solo se recoge una cláusula en la que las herederas ingresarán el 25% de los beneficios que se obtengan con el equipamiento, y una vez que este sea autosuficiente. Esto es, que equilibre ingresos y los gastos que corren por cuenta de Fundarte.
A diferencia, sin ir más lejos, del Centro de Interpretación de Camarón, en San Fernando, donde la viuda y familia del legendario cantaor ingresa mes a mes un canon del Ayuntamiento de La Isla que se prolongará hasta 2064 y supondrá un desembolso de 1,5 millones de euros. Aparte, como pudo saber este periódico, hasta el momento dicho equipamiento no puede cobrar entradas ni vender merchandising porque no ha habido acuerdo de cuánto se llevaría la familia de Camarón de dichas ventas o de cualquier otra explotación que generase ingresos.
Dicho lo cual, el acuerdo para el Centro Cultural Lola Flores, por una validez de cuatro años prorrogables, sí recoge que queda abierta una puerta para una posible explotación privada de las instalaciones. “Se establece a favor de ellas una participación en los posibles beneficios que arroje la explotación del Centro Cultural, que abonará el Ayuntamiento o Fundarte o, en su caso, la empresa explotadora, de acuerdo a lo estipulado en la cláusula cuarta”.
Dicha cláusula recoge que, “para el caso que se genere para el Ayuntamiento la obligación de contenido económico fijada en el punto anterior, se tramitarán los oportunos expedientes según normativa que les sea de aplicación, teniendo en cuenta la titularidad en exclusiva de las hijas de Lola Flores de los bienes y enseres, así como los derechos que ceden; y serán será de aplicación el régimen general de los procedimientos de gestión, ejecución y control el gasto público”
Así las cosas, el Ayuntamiento constituirá una Comisión paritaria de seguimiento del Centro Cultural para su puesta en marcha y posterior funcionamiento, teniendo acceso en todo momento las hijas de Lola a los presupuestos y cuentas anuales. En dicha comisión deberá formar parte al menos una persona a designar por las hijas de Lola Flores. Dicha persona, y esto también es relevante, “tendrá derecho de veto sobre cualquier actividad o acción que a su juicio pueda suponer un deterioro de la imagen o el prestigio de Lola Flores”.
Mientras se sigue construyendo el segundo edificio del complejo cultural, casi aledaño a la Nave del Aceite y que incluirá una planta alta expositiva, un tablao, negocio hostelero y tienda de merchandising, “las hijas de Lola Flores podrán hacer uso de las instalaciones del Centro Cultural para actividades promocionales del mismo o actividades relacionadas con el objeto del Centro Cultural cuya organización será a su cargo. A cuyo fin deberán comunicarlo con antelación previa al Ayuntamiento o, en su caso, a Fundarte. También podrán organizarlas con la colaboración del Ayuntamiento o Fundarte”, recoge otra de las cláusulas más destacadas del acuerdo.
En el convenio no se especifica el inventario de bienes muebles que se han cedido y que serán los que puedan contemplarse una vez abra las puertas un proyecto cuyo coste total exacto aún se desconoce, pero que se irá cerca del millón de euros de fondos (se habló en principio de 700.000 euros entre ambos edificios) del Ayuntamiento, Diputación de Cádiz y UE.