Un cañón de 15 toneladas de peso está siendo restaurado por la Orden de Santa Bárbara de Jerez en colaboración con la Asociación Conde de Gazola. Lo curioso es que esta pieza de artillería la localizaron en las naves municipales donde se ubica el Taller de Fiestas. En el terreno que se encuentra fuera de las naves, se dejó el cañón, depositado hace bastante tiempo tras ser desmontado de la playa de Punta Candor en Rota.
Ambos colectivos están vinculados con el arma de artillería, de ahí el interés por recuperar esta pieza de fabricación española que se construyó en Reinosa (Cantabria) en 1926. La Orden supo de su existencia casi de casualidad e incluso se dieron prisa en poder hacerse con él porque estaba a unto de ser retirado por un chatarrero.
Así, en una reunión con la alcaldesa, le transmitieron el interés que tenían en recuperarlo. Una vez obtenido el visto bueno, han comenzado por situarlo en una zona mejor, trabajo nada baladí, teniendo en cuenta los 7.000 kilogramos que pesa el tubo que, junto a la base, el paramento y el espacio destinado a los artilleros, alcanza los 15.000 kilogramos.
Ahora están inmersos en la labor de limpiarlo, retirarle el óxido y pintarlo, trabajo que están haciendo ellos mismos. La idea que tienen es tenerlo listo para finales de septiembre, coincidiendo con una jura de bandera que ese día se celebrará en Jerez. Este objetivo es el que quieren alcanzar, ya que también tienen planteado una reubicación del cañón en alguna zona de la ciudad.
Se ha sugerido situarlo en el espacio que existe entre las comisarias nuevas de la Policía Naciones y de la Local, muy cerca de donde estuvo el cuartel de la Asunción, que estuvo vinculado a la artillería. Este y el del Tempul fueron los acuartelamientos más importantes que tuvo la ciudad.
“Nos daba pena que esta pieza se perdiera”, señala a lavozdelsur.es Julián Calvo, que es el presidente de la Orden de Santa Bárbara, colectivo que nació hace tan solo dos años y está mayoritariamente integrado por ex militares que hicieron la ‘mili’ o fueron mandos en estas instalaciones castrenses.
El cañón no tiene ninguna particularidad o historia más allá de su envergadura, “siempre ha estado en la costa por eso su tamaño porque el alcance que podía tener supera los 20 kilómetros”, explica Calvo, que relata el pasado de la pieza: “Estaba en Cartagena, pero en 1937, los militares de la República, en la Guerra Civil, lo situaron en Almería”. Fue en 1940 cuando lo trasladan a la costa roteña junto a otros tres, colocándolos casi a pie de playa de Punta Candor, “allí estuvo hasta 2002, en total 62 años”.
La Orden de Santa Bárbara tiene unos fines culturales e históricos relacionados con el Ejército. En este sentido, han llevado a cabo conferencias, exposiciones y la presentación de un libro. Lo más inmediato en su calendario es en septiembre con la apertura de una exposición dedicada a la Guardia Civil, una muestra que “será importante porque mostraremos documentos, uniformes y multitud de enseres de la Benemérita”, acto al que han invitado al actual duque de Ahumada, descendiente del fundador de este cuerpo.