La Hermandad de la Candelaria ha decidido regresar a Santa Ana a las doce y cuarto de la noche dado que sobre esa hora baja el riesgo de precipitaciones lo que les da tiempo a llegar a su templo. El regreso cambia en su itinerario, que será por calles Aire, Cruces, Arroyo, Plateros, Tornería, Porvera y calle Lealas para alcanzar Santa Ana.
Tras esperar una hora y a que se recogiera La Viga, la cofradía de Santa Ana ha preferido rendirse a a evidencia ante la lluvia que ha empezado a caer con fuerza y mantener una larga reunión en la que se consultaron numerosos pronósticos, que una vez analizados se adopta la medida de volver y no quedarse en la Catedral.
Las previsiones señalaban las once de la noche como el periodo horario en el que crecía ostensiblemente el riesgo de precipitaciones fuertes, situación que se mantendrá durante gran parte de la noche y madrugada.
La que desgraciadamente no se ha librado de las precipitaciones ha sido la de Fátima que le ha caído un fuerte chaparrón cuando estaba ya muy cerca de su templo. Es el año en el que la cofradía estrenaba el nuevo palio con el bordado de la caída delantera. Mala suerte para esta hermandad que lamenta otra mojada, recordando la que le cayó hace tres años.
Dentro de la Catedral, el deán, Miguel Ángel Montero, dirigió unos rezos cuando entró la cofradía con sede en el templo catedralicio y, antes, dejó claro que la seo colaborará en todo momento con la cofradía de la barriada de la Plata.
