Juan Manuel Navarro Zayas es uno de esos entrenadores de fútbol que hacen que este deporte tan contaminado no pierda su verdadera esencia. Un hombre de club, de los que están lejos de los focos y que realiza a la sombra un trabajo extraordinario.
Mangüe, como es conocido por muchos, lleva más de tres décadas dedicado a amasar el futuro de los jóvenes jugadores que pasan por el CD Guadalcacín, club de la ELA de Jerez de la que lleva el nombre.
Panadero de profesión, este jerezano de 56 años de edad comenzó a jugar al fútbol en el Federico Mayo y también pasó por la cantera del Xerez CD, donde coincidió con jugadores como Kiko o Fernando Román.
Aunque le hubiera gustado seguir jugando, no pudo continuar por una circunstancia muy curiosa: no disponía todavía de DNI y no pudo cursarse la ficha federativa por entonces. Esto hizo que colgase de forma prematura las botas, pero siempre ha estado vinculado al fútbol.
Antonio Fernández, quien fuera en los 90 entrenador del CD Guadalcacín y que después llegaría a ser secretario técnico de Sevilla, Valencia, Málaga y miembro del cuerpo técnico de la selección española que ganó el Mundial, le comentó que se sacase el carné de monitor. Y desde entonces comenzó su vínculo con el cuadro azulón.
Recientemente, el CD Guadalcacín anunciaba su renovación una temporada más para dirigir a los más pequeños de la escuela de fútbol junto a Lolo y Nerea.
Cientos de jugadores han pasado por sus manos en las más de tres décadas que Mangüe lleva en el club. Lejos del lugar al que hayan llegado en el balompié, a buen seguro que esos futbolistas se guardaron en la mochila muchas de las enseñanzas y valores de una persona humilde que transmite ilusión y pasión por lo que hace.
Un técnico de cantera de los que se preocupa por formar personas por encima de los resultados. Comprometido al máximo con las causas solidarias, no ganará nunca una gran competición futbolística, pero en su palmarés tiene el triunfo más importante: disfrutar del verdadero fútbol.