La primera rotonda que se conoce tiene 116 años. Se construyó en Letchworth, al Norte de Londres, pero estaba más bien pensada como isla para los peatones. El invento de las intersecciones giratorias se atribuye al francés Eugène Hénard, arquitecto que trabajó para la ciudad de París, donde proyectó las primeras glorietas urbanas en 1907.
Nadie sabe —o sí— cuál fue la primera glorieta o rotonda de Jerez, pero sí se sabe que hubo un momento que la ciudad pasó a tener el sobrenombre de Jerez de las rotondas. Y ya se sabe cuáles van a ser las últimas en entrar en carga en el núcleo urbano.
Han pasado más de 15 años desde que vecinos de Caulina, Guadalcacín y Estella se levantaron en armas, constituyéndose en plataforma vecinal, para reclamar el fin del punto negro de la extinta venta Marcelo. La venta cerró sus puertas —ahora hay un restaurante—, pero el cruce semafórico del ramal norte de acceso a la AP-4, de enorme trasiego diario de circulación, quedó vivo y coleando. Hasta ahora.
La nueva rotonda ya está casi a punto y toda la travesía hasta el núcleo urbano —hasta la rotonda del Michelin— ya empieza a cobrar forma como trama urbana. Y habrá otra nueva rotonda aparte de la anterior. Se trata de una de las principales vías — la carretera NR-4 que da acceso a la autopista (AP-4)— de acceso a Jerez donde se está rematando una intervención para adaptar al tránsito de peatones y de bicicletas esta vía de acceso norte a la ciudad.
Una vez finalizadas las obras, ejecutadas a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el tramo se cederá al Ayuntamiento de Jerez que asumirá su titularidad y tendrá que convertir esta antigua carretera en una avenida más de la ciudad.
1,5 millones de euros de inversión pública
La construcción de un nuevo carril bici de 850 metros, dos aceras y dos rotondas en la NR-4 está financiada dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Estas obras, que cuentan con un presupuesto de 1,5 millones de euros, buscan mejorar la movilidad y la seguridad vial en la zona, además de fomentar el uso de medios de transporte sostenibles.
El nuevo carril bici dará continuidad al existente desde el núcleo urbano de Jerez, promoviendo una conexión más fluida para los ciclistas. Asimismo, se construirán dos aceras equipadas con mobiliario urbano, iluminación y arbolado, con el objetivo de mejorar las condiciones para los peatones y embellecer el entorno.
Para optimizar el tráfico y reducir el riesgo de accidentes, se ultima la construcción de las dos referidas glorietas —entre ellas la ya mencionada del antiguo cruce de la venta Marcelo— en los cruces de la NR-4 con las carreteras de Caulina y Jerez-Guadalcacín. Estas infraestructuras facilitarán la circulación y permitirán una mayor fluidez en los accesos a la ciudad. Eugène Hénard, claro está, estaría orgulloso de esta nueva contribución de Jerez al inventario mundial de las rotondas.
El proyecto también contempla la adecuación urbanística del área con la instalación de una mediana en el margen derecho de la carretera y dos zonas peatonales diferenciadas. En el margen izquierdo, en sentido Jerez, se habilitará un espacio peatonal de 1,7 metros de ancho, mientras que el margen derecho contará con una mediana de 4 metros sobre suelo adecuado.
En esta mediana se instalará alumbrado público con luminarias de paneles solares y se llevará a cabo la plantación de árboles, lo que contribuirá a mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad de la zona. Además, se creará una franja peatonal de 2,5 metros para el carril bici y otra de 1,6 metros para la instalación de bancos y papeleras.