Jerez se echa a la calle: la misa y el flamenco vuelven al corazón de Santiago

La parroquia y otros colectivos vinculados a este templo, celebran la festividad de su patrón recuperando una misa flamenca en el exterior que volvió a reunir a centenares de personas

Llenazo en la misa flamenca de Santiago.

La parroquia de Santiago ha celebrado la festividad del Patrón de España recuperando el exterior como marco de la tradicional misa flamenca, que ofició el obispo de Jerez, José Rico Pavés. La iniciativa de devolver la misa fuera de los muros de la iglesia, evocó aquellos años de incertidumbres tras su cierre y los doce años que transcurrieron hasta su reapertura.

El flamenco y el cielo de este singular barrio, que localiza una de las fuentes de este arte en Jerez, volvieron a se el mejor escenario para esta celebración, que viene no solo a conmemorar la festividad litúrgica, también se constituye en una reivindicación de un barrio y de la flamenquería santiaguera.

La iniciativa ha sido promovida por Cáritas Parroquial de Santiago, bajo la coordinación del padre Carlos Redondo y cuenta con el apoyo de las hermandades del Prendimiento, Sacramental, Buena Muerte y Rosario de Capataces y Costaleros, con el respaldo del Ayuntamiento de Jerez.

La calle Ancha, repleta.

En el ámbito musical, Luis de Periquín es el autor de la misa. El hijo menor de Niño Jero fue el encargado de dirigir a un nutrido grupo de artistas, que tuvo un segundo capítulo, al término oficio religioso, con el concierto 'La bulería según Santiago’.

El elenco de este grandioso fin de fiesta lo conformaron Manuel de Cantarote, Nono de Perikín, Felipa del Moreno, Sandra Zarzana, Manuela de Perikín, Manuela Fernández, Fania Zarzana y  Dolores de Perikín: el baile de Manuel de la Lari y Manuela la Majuma; al toque Manuel Jero y Luis de Perikín y la percusión de Juan Diego Valencia.

La plaza de vistió con un estrado que hizo la función de presbiterio, adornado para la ocasión y con la presencia de los estandartes de las hermandades ubicadas en ese templo. Hubo novedades en favor de la integración y accesibilidad como un intérprete de lenguaje de signos durante la misa y una zona reservada para personas con movilidad reducida y problemas de audición.

Evocando los años ‘oscuros’

En 2016 se produjo la reapertura de la iglesia tras permanecer doce años cerrada al culto. Finalizadas unas importantes obras que reafirmaron las estructuras del templo y con un coste de tres millones de euros, la iglesia volvió a abrir sus puertas. Lo hizo con un amplio programa de actos y el colofón de una misa flamenca ya bajo el amparo de las renovadas bóvedas.

Antes, desde poco después de decidir su cierre, estas citas del 25 o el 24 de julio, tuvieron lugar en la plaza. Además del carácter espiritual, esta iniciativa buscó llamar la atención sobre el estado del templo, la demora de las obras de rehabilitación, que dejó paradas la Junta tras una primera intervención, y el triste futuro que se divisaba entonces para este edificio de primer orden artístico, histórico y social de Jerez; icono de un barrio que es santo y seña del flamenco en esta tierra.

Las misas de ‘campaña’ siguieron en el exterior cada año. Una vez que la diócesis asumió la obra, el espíritu reivindicativo fue dejando paso al llamamiento para que Jerez ayudara a costear la delicada y cara intervención.

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