El tatuaje es un arte. Atrás ha quedado ya la idea que los relacionaba con la marginalidad y, de hecho, hoy en día muchas personas deciden hacerse tatuajes y hay una enorme variedad de ellos. En el estudio de Pol Tattoo en Jerez de la Frontera, por ejemplo, estilan mucho los tatuajes 'frikis'.
Samuel Martínez, más conocido como Pol, es un tatuador jerezano de 35 años que lleva 11 grabando con tinta todo tipo de imágenes en la piel de sus clientes. Para él, la pregunta del millón es cuál sería el tatuaje más singular que le han pedido. "Hoy en día no hay tatuajes raros. Una persona puede querer hacerse a su personaje favorito de una serie y otra puede querer tener en el pecho el rostro de la Virgen de su Hermandad, y ambas son peticiones normales", explica.
Para él, "la época en la que los tatuajes estaban supeditados al qué dirán ya pasó. Antes la gente se hacía cosas muy concretas para que nadie te juzgara, pero hoy existe libertad absoluta para grabarte en la piel lo que te apetezca". Debido a este cambio de visión, han empezado a proliferar otros tipos de tatuajes. "Ahora hay quienes se hacen un personaje que les gusta, el rostro de un cantante, la portada de un disco… es cuestión de sentimientos, de lo que te transmita esa imagen", asegura.
Pol se ha rodeado de un gran equipo de tatuadores y tocan todos los palos, el realismo, el neo cool, el tradicional… pero como admite, "aquí somos todos bastante frikis, nos gustan el anime, el manga, los videojuegos… cuando empiezan a pedirte cosas de lo que te gusta haces tu trabajo pero a parte lo disfrutas". Y como comenta, "cada vez la gente viene pidiendo más este tipo de tatuajes. Ya no es tan trascendental, sino que depende más de tus propios gustos".
Trix es otra de las tatuadoras del estudio y añade que "a nosotros nos gusta la cultura friki, de modo que intentamos fomentarlo con nuestros clientes". Esta jerezana de 34 años lleva 14 dedicándose al tatuaje y, como comenta, "según el estilo hay muchas formas de enfocar la realización del tatuaje". Ahora bien, hoy en día "contamos con el gran aliado de la tecnología. Es difícil ver ya un tatuador que no tiene su Ipad para dibujar y sacar las plantillas. Hace mucho más cómodo el trabajo".
Iván Cordero es uno de los tatuadores que más se ha especializado en el tatuaje friki o, como él lo llama, estilo cartoon. Este joven de 36 años natural de San Fernando lleva 7 años en Jerez y suele hacer muchos tatuajes relacionados con la animación. "Trabajo muchos personajes de Disney, de anime o de series", señala.
Él estudió bellas artes, pero decidió dedicarse al mundo del tatuaje gracias a la insistencia de su círculo más cercano. "Mi entorno me animó a probar suerte porque este mundo está mejor pagado que el de la ilustración. Empecé a comprar revistas y a ver programas en televisión y tras hacer un curso empecé a dedicarme a esto".
Como reconoce, "al principio caía en ese prejuicio de que los tatuajes eran marginales, pero cuando entré en el mundo me di cuenta de que era igual de artístico que cualquier otra técnica. La única diferencia es que el medio es una piel, no un papel o un muro".
El tatuaje friki o estilo cartoon se realiza en color y, por su propia naturaleza, a la hora de realizarlo depende en parte del profesional que lo haga. "Al ser personajes pueden hacerse quietos, en movimiento, realizando alguna acción… Hay muchos tatuadores que optan por las versiones de la imagen original, aunque yo prefiero ser fiel a lo que me trae el cliente", dice Iván.
Ahora bien, también remarca que "es necesario que haya comunicación entre el cliente y el profesional porque al final nosotros sabemos de esto y podemos ofrecer alguna apreciación para lograr el mejor resultado. Es recomendable que estén abiertos a escucharnos".
Para hacer un tatuaje de este estilo, lo primero que hace es pedir una imagen para realizar el boceto. Posteriormente, lo comparte con el cliente para recibir el visto bueno y es entonces cuando crea el diseño. A partir de aquí, se pega la imagen y se trazan las líneas para comenzar el proceso de inyección de la tinta, siempre teniendo en cuenta si el tatuaje se va a realizar en color o en blanco y negro, en cuyo caso, haría falta también realizar un sombreado.
Este nuevo estilo rompe con las antiguas barreras. "Antes venía alguien pidiendo hacerse al Joker y era el tatuaje del mes, pero ahora se ha normalizado", indica Pol. La clientela de este estudio suele estar bastante familiarizada con el mundo otaku y de los videojuegos, por lo que el área de influencia del estudio no es la habitual en negocios de esta clase. "Nosotros no solemos ir a convenciones de tatuajes, pero no nos perdemos un Salón Manga, una convención de cómics, de videojuegos… nuestro nicho de mercado está ahí", afirma.
Además, este afamado tatuador ha encontrado un hueco casi sin explotar en otro ámbito en el que se mueven mucho sus potenciales clientes, las redes sociales. Así, en su canal personal de Twitch suele transmitir en directo algunas de las sesiones que lleva a cabo, algo que califica como "un éxito rotundo porque permite a la gente ver cómo trabajamos antes de que se les haga el tatuaje y eso genera confianza e incluso expectación".
Sus retransmisiones suelen tener mucho público, no solo de España, sino también del extranjero. De hecho "unos chicos de latinoamérica han quedado muy sorprendidos con lo que hago y me han dicho que quieren venir a Jerez para tatuarse, pero me da apuro por ellos porque tendrían que buscarse el viaje, alojamiento… es mucho dinero".
Un dato curioso que comparte es que "la mayoría de mis clientes son de fuera de Jerez. Tengo clientes locales, pero hay un montón que vienen de fuera de la provincia e incluso de Andalucía". De hecho, alguna vez ha tenido clientes procedentes de otros países de Europa. "Una persona vino desde Londres a tatuarse, creo que es el lugar desde donde más lejos han venido", dice.
Pol Tattoo es uno de los tatuadores más reconocidos en España, tanto, que se ha convertido en aliado de varios de los creadores de contenido más importantes del país a los que ha hecho tatuajes. "Hace poco fuimos a tatuar a Ibai Llanos y ahora nos ha pedido cita El Rubius para hacerse su segundo tatuaje con nosotros", cuenta.
El local en el que trabajan actualmente, situado en la Urbanización El Bosque nº8, apenas tiene 6 meses de vida. El proceso de traslado de su antigua sede hacia esta ha sido "desquiciante" según Pol. "Tiramos todo el local abajo y lo hemos vuelto a levantar a nuestro gusto. Han sido cerca de 6 meses de obras y he acabado para ir al psicólogo", bromea.
Sin embargo, se muestra muy contento con el resultado final, ya que "en el anterior local no cabíamos, hasta teníamos que hacer turnos para poder trabajar. Aquí cabemos de sobra y lo tenemos todo acondicionado como queremos. Es una maravilla estar aquí", resalta orgulloso.
Además, este equipo de tatuadores es una gran familia. Años atrás, por temas laborales fueron separándose, pero desde hace tres años han ido volviendo a reunirse para trabajar juntos y, aunque aún faltan algunos, "estamos encantados de volver a juntarnos porque somos amigos, nos llevamos genial y trabajamos muy bien juntos".