El Ayuntamiento de Jerez comunicó hace escasas fechas que el rastrillo de los domingos se ubica a partir del pasado domingo en la explanada de las atracciones de la Feria debido al inicio de los trabajos de montaje de las casetas en el recinto ferial del Parque González Hontoria. Es extraña la decisión después de que los vendedores del popular mercadillo votaran en 2016 por preservar la ubicación tradicional, en la Alameda Vieja, donde se trasladó este rastro desde la plaza del Mercado en 2001.
En 2016, el gobierno municipal consideró que una votación era "una forma de dar voz a los vendedores del rastro y una nueva forma de consensuar y llegar a acuerdos en medidas que afectan al colectivo". El mercadillo de antigüedades, artesanía y objetos usados se ha convertido en el sustento de muchas familias de la ciudad a raíz de la crisis, por lo que los puestos (más de 130 puestos) y mantas en el suelo se han multiplicado en los últimos años, llegando en algunos casos al principio de calle Armas y a los pies de la Alameda Vieja, en la zona baja de este espacio público que linda con la calle Manuel María González.
En junio de 2016 se produjo finalmente la votación y el 88% de los vendedores apostó por continuar a los pies del Conjunto Monumental del Alcázar de Jerez.
El color y ambiente de los domingos en la Alameda Vieja era un atractivo para el centro de la ciudad, y una manera más de dinamizar un punto clave para el turismo como gran motor de la economía local. Sin más explicación, el ejecutivo socialista desoye el resultado de aquella votación y mantiene en el González Hontoria, ahora en la inhóspita explanada de los cacharritos, un mercadillo tradicional que atrae público de toda la provincia.
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