Una exaltación sincera, sin concesiones a la polémica ni giros rupturistas
A pocos días del Pregón de la Semana Santa de Jerez, el pregonero se encuentra inmerso en unas vísperas de un acto que, más allá de su relevancia religiosa, se ha consolidado como uno de los hitos imprescindibles del calendario cofrade. Con un enfoque clásico y literario, David Puerto Román, que cuenta 36 años de edad, busca ser una exaltación sincera de la Semana Santa, sin concesiones a la polémica ni giros rupturistas. En esta entrevista, el pregonero comparte su visión sobre el papel que juega, las claves que marcarán su intervención y la emoción que le embarga en la recta final.
David Puerto, periodista y director de Comunicación de las Bodegas Cayetano del Pino, es cofrade de La Exaltación y La Mortaja. Cuenta con una amplia experiencia en actos poéticos y de exaltación cofradieras, por lo que las tablas para subir al Villamarta las tiene ganadas. De sus palabras se deduce que no busca un pregón cargado de ‘originalidades’ excepto los dos presentadores, que no lo considera como una excentricidad.
Una exaltación clásica en la que irá hilvanando a todas las hermandades y agrupaciones parroquiales en un texto que tendrá una estructura ajena a la cronología de la Semana Santa de Jerez. Una cuestión clásica en el pregón es conocer las marchas que sonarán al subir el telón, antes de la presentación y tras esta: Reina de los Ángeles, de Miguel Jurado; Concepción de las Viñas Coronada, de Javier Alonso, y Esperanza de la Yedra, de Andrés Muñoz.
Todo sucederá, como manda la costumbre, desde el mediodía del Domingo de Pasión, a una semana del de Ramos y con una excepción que no pocos han lamentado, incluido pregonero, la ausencia del obispo José Rico Pavés.

Con los nervios típicos de los días previos, pero también con muchas ganas e ilusión. Esta Cuaresma, al ser más tardía, ha hecho que el Pregón se haga esperar, y eso incrementa aún más las expectativas. Ya estamos en abril y todavía no ha tenido lugar, así que estoy deseando que llegue el próximo domingo.
No fue pensado como un gesto de originalidad. Simplemente quise que mis amigos estuvieran representados en ese momento tan especial, y la mejor forma de hacerlo era con dos presentadores. Jaime Betanzo y Águeda Manzano compartirán la presentación de manera conjunta, como si fueran una sola voz.
Ganas e ilusión: "Estoy deseando que llegue el próximo domingo"
Va a ser un pregón clásico, muy poético, con distintas piezas literarias. No todo será en forma de romance; habrá variedad estilística para mantener el interés del público durante toda la intervención.
Con la presentación, las marchas y mi disertación, estimo que durará unas dos horas y media.
El pregón es para anunciar la Semana Santa. Todo gira en torno a eso. Si hay alguna reivindicación, será en favor de la propia Semana Santa. No es momento para polémicas ni foros de debate, sino para sentir que estamos a las puertas de lo más grande que tenemos. Salir del Villamarta con esa sensación es lo verdaderamente importante.

Tenemos una gran Semana Santa. Las críticas deben ser siempre constructivas, y también es necesario un ejercicio de autocrítica por parte de los cofrades. Si hay algún matiz en ese sentido durante el pregón, será para engrandecer lo que está por venir, poner en valor a quienes hacen posible esta celebración y alimentar las ganas de que llegue el Domingo de Ramos.
"También es necesario un ejercicio de autocrítica por parte de los cofrades"
Todas estarán representadas, también las agrupaciones parroquiales, pero no seguiré un orden cronológico. No soy partidario de esa estructura porque puede provocar que la gente espere solo a que se hable de “su” hermandad. Prefiero algo más dinámico.
Claro que sí. Es imposible no estar nervioso ante una cita tan importante. Es una mezcla de responsabilidad y orgullo. Es como los nervios que uno siente el día de su boda: no por miedo a que algo salga mal, sino por la emoción de vivir un momento tan esperado. Es una experiencia que deseo disfrutar desde el primer minuto, y que espero compartir con quienes me escuchen.
Maravillosas. Esta Cuaresma ha sido un regalo. He tenido la oportunidad de estar en actos y lugares únicos gracias a ser pregonero. Momentos irrepetibles que agradezco a todas las hermandades, y que seguro harán que esta Semana Santa quede grabada como una de las más especiales de mi vida.