En el último mapa estratégico del ruido de Jerez, elaborado hace una década, se concluía que los niveles obtenidos son análogos a los obtenidos en otras ciudades de características similares a Jerez.
"Esto es debido a que la principal fuente de ruido observada es el tráfico rodado y a que las características urbanas y el parque de vehículos del municipio son similares a las de otros núcleos de población de tamaño parecido", rezaba el diagnóstico encargo a una consultora externa. En ese mismo documento ya se proponía establecer como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) el eje del centro conformado por San Pablo-plaza Vargas y plaza del Clavo. En estos casos, por el ruido ocasionado por los bares de copas que pueblan estas vías del centro.
Años después, el gobierno municipal ha anunciado que prepara una ordenanza contra el ruido, al tiempo que ha puesto en marcha una ampliación de la ZAS a las calles Remedios, Algarve y Santa Ana. Hay más ruido, hay más coches y el Ayuntamiento está decidido a combatir, o atenuar, la contaminación sonora.
El gobierno de Jerez, ha dicho este martes en rueda de prensa Jaime Espinar, segundo teniente de alcaldesa y responsable de las políticas medioambientales, ha avanzado en estos siete meses en cuestiones tan importantes como la Ordenanza del Ruido. "Creemos que es algo que importa mucho a distintas zonas de la ciudad. Hemos reforzado el control del ruido porque la contaminación acústica es una realidad" y se han iniciado procesos de renovación de Zona Acústica Saturada, quedando actualmente en proceso de contratación el de calle Algarve y Remedios. "No podemos mirar para otro lado y tenemos que hacer cumplir la ley", ha insistido en un balance de sus delegaciones municipales.
Otra de las actuaciones que pondrá en marcha el gobierno local serán pasos elevados para peatones en diferentes barrios y barriadas de la ciudad, lo que también rebajará la contaminación acústica.