El balance que hace presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero, se remite al difícil día a día que han tenido que soportar: “Una Semana Santa de muchas reuniones, muchas llamadas, de mucha coordinación para intentar salvar alguna de las procesiones".
En declaraciones a lavozdelsur.es ha relatado las decisiones que fueron tomando jornada a jornada, destacando la buena coordinación y el trabajo del Consejo y los hermanos mayores. En este aspecto, su evaluación es muy positiva excepto cuando se refiere al episodio sucedido en la Catedral y la ‘invitación’ a irse a sus templos a las tres hermandades que allí se refugiaron el Martes Santo.
Explica que asistió a la reunión en la sala de canónigos de la Seo con los hermanos mayores afectados. Sobre la invitación que hizo el deán a marcharse la tilda de “desafortunada”. Reconoce que es cierto que había un hueco amplio sin lluvia para poder regresar, “pero quizás la expresión no fue la más adecuada. La forma fue lo que falló”.
Asegura que no llegó a oír lo que el ex hermano mayor de la Clemencia refleja en su escrito de dimisión —"las hermandades no son bienvenidas en la Catedral"—. “No puedo decir ni que sí ni que no porque no estuve. No la llegué a escuchar. No voy a poner en duda la palabra de Damián”. Y concluye con que “si Damián dice que lo dijo, pues lo habrá dicho”, agregando que “el Consejo desde el minuto uno defendió a sus hermanos mayores”.
“Transmití enérgicamente a Piñero (mayordomo de la Catedral) como a Montero Jordi (deán) la forma en la que estaba invitado a abandonar la Catedral. Dije que había formas y formas, al igual que cuando estaba saliendo Salvación apagaron las luces”, manifiesta García Cordero. Insiste en que “la frase fue desafortunada”. Es más, cuenta que al día siguiente habló con el obispo y le dijo que “de la catedral no se echa a nadie. Si alguien quiere quedarse, se queda”.
No obstante, el Consejo va a remitir escritos a la delegación de Hermandades, al obispo y al Cabildo Catedral, “pidiendo explicaciones sobre lo acontecido”. En breve se reunirá el Consejo para, como dice el presidente, “se adoptarán las medidas que sean necesarias” si se llegara a ese extremo.
En cuanto a las ‘valientes’ y las ‘cobardes’, en cuanto a la decisión de salir o no, considera que “ni es valiente el que sale ni cobarde el que se queda. Cada una toma la decisión que cree que es mejor para su hermandad” y recalca que “las decisiones son soberanas, cada hermandad tiene una forma de estar y hay que respetarla”.