El Sábado Santo enJerez empezó con un susto, el que se llevaron los cofrades de Santa Marta cuando aún por el recorrido de ida a la Carrera Oficial, en plaza Peones, se desprendió la escalera que a modo de camilla porta al Cristo de la Caridad, que en la iconografía del traslado al sepulcro es portada por Nicodemo y José de Arimatea. La sujeción que la estabiliza a la mesa del paso se soltó y provocó que la parte delantera de la imagen cayera en uno de sus extremos sin mayores consecuencias.
Fue reparado y la hermandad continuó su recorrido, pero con una perdida considerable de tiempo que provocó que la hermandad de San Mateo pasara a ser la última de la jornada por detrás del Santo Entierro. Excepto por este incidente, el resto de hermandades desarrollaron su salida procesional según lo previsto. Es la tercera Semana Santa con cofradías que vive Jerez después de recuperarse las procesiones en el año 2023, año en el que se cumplían cuatro décadas sin pasos en las calles.


La respuesta en las calles
La respuesta en las calles fue algo tibia. El Sábado Santo necesita más años para asentarse en las costumbres semanasanteras locales. Los palcos tuvieron algo más de media entrada, pero aceptable, en una tarde más fresca que las precedentes y con un cielo prácticamente despejado. En lo cofradiero fue espléndida pese a todo con el aliciente de la banda del Rosario de Cádiz, segundo día en Jerez, tras el misterio de Santa Marta.
La hermandad que más reivindicó volver al Sábado Santo fue la del Santo Entierro que cada año pone el signo solemne por la presencia de las instituciones y de las representaciones corporativas de las hermandades. En este 2025, la impronta en la calle de la cofradía del Calvario ha estado en línea con la recuperación de su identidad primitiva, que se viene haciendo desde hace algunos años.


Representaciones de casi todas las hermandades
En este Sábado Santo, la presencia corporativa de hermandades ha sido excelente. Un total de 41 han formado en el cortejo con sus representativos estandartes, no todas con sus hermanos vistiendo las respectivas túnicas. Algunas, pocas, decidieron vestir de oscuro en vez de sacar el hábito nazareno.
Una cifra que es casi la totalidad de la nómina cofrade de Jerez, restando las del Sábado Santo y la del Resucitado. Esto viene a confirmar la adhesión de las cofradías a esta cita que después de tantos años en el Viernes Santo, presencia que se relajó hasta que el Santo Entierro impulsó la vuelta de las representaciones, que vienen a ser como una despedida de la Semana Santa en la que se visualiza a cada una de las corporaciones que han dado forma a la Semana Santa jerezana.
El obispo y la alcaldesa
El obispo, José Rico Pavés, la corporación municipal encabezada por la alcaldesa, María José García-Pelayo, el consejo de la Unión de Hermandades fueron las instituciones que asistieron a la procesión. La representación eclesial y cofrade formó delante del paso y tras ella la civil. La urna, que fue precedida por 18 ciriales -privilegio que tiene la cofradía del Calvario por las 18 personas que estuvieron en el entierro de Cristo-, que tras su restauración luce espléndida después del trabajo realizado. No en vano es obra de uno de los más grandes orfebres de la historia, el jerezano Juan Laureano de Pina.

Con los tambores destemplados de la banda de la Cruz Roja de San Fernando, fue avanzando este primer con un repertorio musical muy seleccionado y acorde con lo que representa el paso. Cerrando esta hermandad, el impresionante paso de La Piedad, que experimentó una transformación o más bien una recuperación en 2003, el duelo a los pies de la soberbia Dolorosa.
Las tres marías cosen la mortaja de Cristo mientras que san Juan figura junto a La Piedad. Este palio pasa por una de las grandes obras del bordado, que perteneció a la Hermandad de la O de Sevilla y que la cofradía jerezana adquirió. Hace algunos años se inició su restauración completa comenzando con el manto y terminando con las caídas y techo.


Innovación musical en La Mortaja
No cabe duda que este conjunto pasa por ser uno de los más bellos de la Semana Santa andaluza por su conjunto al completo y por la calidad de cada una de las imágenes y elementos que le dan forma. La cronología de la Pasión que se vive en el Sábado Santo tiene complemento con la hermandad de la Mortaja, que pasó de salir el Sábado de Pasión a hacerlo el Sábado Santo. Esta cofradía siempre tuvo el deseo de procesional en esta jornada por lo que su presencia responde al deseo unánime de la corporación que tuvo la fortuna de encontrarse la ‘apertura’.
En la búsqueda de ofrecer signos identitarios, la cofradía de Capuchinos ha avanzado este año en lo musical con la presencia de una banda de música y un grupo coral, formaciones que con sus interpretaciones afianzan el carácter que desde su nacimiento ha conservado la hermandad.

Sin la túnica nazarena
En el Sábado Santo jerezano concurre la singular presencia de la Hermandad Sacramental de Santiago que pone en esta jornada al Cristo de las Almas, imagen titular de esta corporación. La Sacramental entró en este día por petición expresa del obispo y de la Unión de Hermandades con el fin de dar más contenido a la jornada que solo contaba con dos cofradías. El factor diferencial es que los hermanos no llevan túnica nazarena. Visten de chaqué y de mantilla las hermanas.
Es una situación diferente y a la vez anómala, pero fue la condición que puso la hermandad para dejar de hacer el Vía Crucis que todos los años convocaba sacando al Crucificado antes de la Semana Santa y pasar a la jornada final de las salidas procesionales. Sin embargo, parece que existe un proyecto a futuro, aún lejano, de que se establezca el hábito nazareno.