La Hermandad de la Clemencia de Jerez presenta algunos de los estrenos más notables para esta Semana Santa. El más llamativo es el manto bordado que ya luce la Dolorosa de San Benito subida en su paso de palio.
La singularidad de esta obra es que ha sido ejecutada en Pakistán por artesanos de aquel país. La pieza es de terciopelo azul con diseño de Carmelo Argumedo. Con más detalle, el trabajo lo ha llevado a cabo el taller de Escodo Embroydery y está inspirado en las capas bordadas de la orden del Espíritu Santo del siglo XVI, en la que destacan los flamígeros en alusión a la tercera persona de la Trinidad.

Todo apunta a que la apuesta que hizo la hermandad por esta opción ha sido acertada dados los resultados, que ya se han visto en la cofradía. Por San Benito están encantados con un trabajo, que pese a que se ha ejecutado bastante lejos, en lo geográfico y en lo cultural, se han usado materiales de primera calidad como el oro entrefino así como con depuradas técnicas de bordado.
Se da la circunstancia de que este mismo taller ha realizado encargos para otras cofradías locales como una túnica bordada, cíngulos que llevan cierta elaboración e incluso formaciones musicales que han encargado banderines para las cornetas.
En definitiva, satisfacción por este trabajo ya concluido, lo que no descarta que en un futuro se pueda meter mano al manto definitivo, ya diseñado en el proyecto general del palio. También satisfacción por las pinturas que forman parte del conjunto previsto para el techo. Está compuesto por 4 pechinas y rompimiento de gloria realizado por el artista malagueño Ignacio Rangel de Arias. También se estrena una toca de sobre manto bordada en hojilla sobre tul, obra del artista sevillano Jesús Castizo.