Fue en 1950 cuando un segoviano, que todos los años ponía un puesto en la Feria, decidió instalarse en Jerez y montar un tenderete junto al pequeño humilladero del Señor de la Puerta Real. Solo vendía garrapiñadas, eso sí, muy buenas. Estaban hechas con los mejores productos y con la sabias y expertas manos de quien dio origen a lo que hoy es el famoso quiosco que está arrimado a la capilla de los Remedios.
Cumple siete décadas ininterrumpidas este pequeño negocio que hasta no hace mucho esparcía un singular aroma por toda la calle Consistorio, el que emanaba del perol de cobre en el que el quiosquero daba forma a las afamadas garrapiñadas de almendra, cacahuete o de macadamia.
Fue a causa de la pandemia por lo que tuvo que dejar de hacerlas en el pequeño establecimiento. Ahora se preparan en un obrador, “siempre de la misma forma que las hacía mi bisabuelo, artesanalmente”, comenta a lavozdelsur.es Jose Carrascosa, que ahora con 39 años de edad está al frente del quiosco. Así fue cómo ese aroma se quedó para el recuerdo.
Biznieto de ese segoviano que lo puso en marcha en 1950, Carrascosa está desde febrero pasado al frente del negocio. Él es la cuarta generación en Jerez y con su llegada está impulsando y casi reinventando las formas de vender para meterse de lleno en el mundo de internet. Ya envía productos propios por mensajería a jerezanos que viven afuera.
"Mi bisabuelo vino de Segovia a la Feria y decidió quedarse en Jerez montando un tenderete en la Puerta Real en 1950"
No hay secretos arcanos u ocultos para que la garrapiñada sea única. “El fruto, azúcar y agua; sin colorantes ni aditivos, todo natural... eso sí, fundamental es el perol de cobre”, explica e incide en que “aquí no hay máquinas como se usan en otro obradores. Solo las manos y los conocimientos para crear este producto”.
Relata que desde niño rondaba el quiosco, por lo que ha bebido todo lo que tenía que saber para gestionar los productos, especialmente los frutos secos que son la especialidad. “Aquí traigo siempre el mejor género, especialmente la almendra, que siempre la elijo de la mejor calidad”; es siempre del mercado nacional: Murcia, Extremadura y Granada.
Reconoce que de esto se puede vivir, “la verdad que va muy bien, tengo todo muy bien organizado”, haciendo referencia a los 4 metros cuadrados en los que tiene que desenvolverse. "Es un negocio que no es lineal en ventas, dependiendo, hay épocas que son bastante fuertes”, señalado la Navidad y la Semana Santa como los momentos mas importantes en ventas.
"Mi objetivo es especializarme en productos propios: frutos secos y también hacemos patatas fritas"
Su idea es introducir cada vez más los productos propios. De hecho vende patatas fritas elaboradas por ellos que vienen a sumarse a los frutos secos y sobre todo a las garrapiñadas. En pocas palabras, su objetivo es ofrecer una especialización en este género que pocos trabajan artesanalmente en Jerez. Sin embargo, reconoce que lo demás que cuelga en el quiosco y que ocupa espacio, las chuches y similares, “se venden porque los niños lo demandan mucho”.
Desde el 1 de febrero hace envíos a escala nacional, “gracias a un acuerdo que tenemos con una empresa de mensajería que las entrega en 24 ó 48 horas en toda la península”. Esta iniciativa la agradecen y mucho “los jerezanos que se han ido a vivir fuera y no quieren perder una tradición y un sabor que les viene de sus padres, que siempre han comprado aquí”.
"Trabajamos en poner en marcha una tienda digital"
Es un avance al que se suma otro proyecto que está en marcha: “También estamos trabajando en una tienda on line”, señala. Una iniciativa en la que tiene puesta una gran ilusión. Así, el futuro pasa por introducirse en la venta digital, dar más protagonismo al producto propio, la venta por mensajería, eliminar el plástico en los envoltorios… nuevas ideas de José Carrascosa que en algunos aspectos reinventa un negocio de 73 años.
Por lo pronto, los clientes y turistas que paran en los restaurante y bares de alrededor se encuentra con un pequeño panfleto en el que, entre otra información, deja clara la filosofía del quiosco de la Puerta Real: “Gracias a todo el aprendizaje de los más de 70 años de experiencia, nos hace ser únicos como empresa artesanal y más antigua…”.
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