Una nueva pastelería está conquistando a los amantes del dulce y del salado en un locla de Princi Jerez. Roller Stone, ha causado sensación desde su apertura a principios de este año gracias a su vistosa vitrina. En pocas semanas, ha logrado revolucionar no solo las redes sociales, sino también los paladares más curiosos. Su propuesta artesanal ha encandilado a quienes buscan productos no tradicionales.
Su oferta se basa en los bocados de Estados Unidos. La gran estrella de la casa son los New York Rolls, una versión innovadora de los clásicos rollos neoyorquinos. Lo que los distingue es su relleno sorprendente, con combinaciones de todo tipo. Entre los más populares se encuentran el roll de kinder bueno blanco, el de pistacho, Lotus, Nutella, manzana o toffee. También hay versiones saladas, como el roll 'Pikislabi', con bacon crispy, cheddar ahumado y alioli, o el bikini, de jamón york y queso.

Además Roller Stone ofrece una selección de dulces típicamente estadounidenses que amplían aún más su propuesta. En sus mostradores pueden encontrarse crumbl cookies, brownies, tartas de queso y los clásicos cinnamon rolls, elaborados con mimo desde el coqueto local donde también se puede tomar café.
Los brownies, por ejemplo, destacan por sus sabores poco habituales: uno con chocolate blanco y avellanas caramelizadas, y otro de chocolate negro con naranja. Esta fusión de recetas americanas con el toque personal del obrador está captando la atención de quienes buscan experiencias culinarias distintas, sin necesidad de salir de la ciudad.

El equipo detrás de Roller Stone tiene claro su propósito. "Jerez tiene rollo. Aquí se saborea", afirman con orgullo en su página web. Una filosofía que traslada tanto al producto como a la experiencia en tienda.
Una pastelería con vida en las redes sociales
Con una comunicación cercana y desenfadada, el local también ha triunfado en las redes sociales, donde el equipo comparte lo que llama "nuestras nuevas locuras". También informan sobre cambios de horarios e incluso admiten encargos.
"Aquí no hay nada que no lo hagan nuestras manos", afirman desde la pastelería que apuesta por lo artesanal 100%.
Con una propuesta que combina innovación, sabor y estética, Roller Stone se hace un hueco en la oferta de meriendas de la ciudad. Un nuevo imprescindible para disfrutar y compartir en buena compañía.