España, junto con Malta, acogerá una Capital Europea de la Cultura en 2031. Es algo que la Eurocámara decidió en 2017 y es un anhelo que Jerez, con su Ayuntamiento a la cabeza, tiene desde hace casi cuatro años. Justo cuando el delegado de Cultura, Francisco Camas, logró convencer a la alcaldesa Mamen Sánchez de que era buena idea incluir ese proyecto de ciudad en el programa electoral de las últimas municipales porque es posible pelear por esta declaración. No se resolverá hasta 2025, pero fue entonces, como quien dice, cuando arrancó "el camino". La expresión que el ejecutivo socialista emplea para referirse al proceso hasta la candidatura y, con suerte, hasta la celebración.
La carrera no es sencilla, pero ya se trabaja contra reloj. Muchas líneas estratégicas que definir y cumplir antes de 2025, y muchos proyectos que poner en marcha. Granada —que parece haber sacado en los últimos tiempos de su agenda política esta aspiración—, Burgos, Las Palmas, Toledo, Gijón y Cáceres —que ya lo intentó en 2016, siendo elegida finalmente San Sebastián—, compiten con Jerez por una consideración que significa fondos intergubernamentales para actuaciones, promoción e imagen exterior y, por ejemplo en el caso de Donosti, "la revalorización del papel de la cultura como herramienta para construir una convivencia mejor". Con ese fin, desde enero hasta diciembre de 2016, tuvieron lugar más de 400 propuestas culturales para todos los públicos en la capital donostiarra.
¿En qué punto está la opción de Jerez? La pasada semana se produjo un paso muy relevante al aprobarse por fin en el pleno una declaración institucional que suscribieron los grupos políticos de la Corporación municipal dejando claro que se creen que es posible que Jerez aspire a ser Capital Europea de la Cultura en 2031.
El título que confiere el Consejo y el Parlamento Europeo no solo se ha centrado históricamente en las grandes capitales de territorio europeo, sino que también suele fijarse más en municipalidades que realmente tienen necesidad o que tienen grandes necesidades que en otras con un tejido cultural y patrimonial bien articulado y desarrollado. Ahí entra en juego el sueño de Jerez, que aparte de muchas debilidades y déficits, también tiene un enorme potencial para seguir cosiendo un enorme tejido cultural, basado en todo un abanico de artistas, creativos y agentes culturales de un gran número de disciplinas artísticas, que primero de todo, necesita más presupuesto —el Ayuntamiento invierte 34 euros de media por habitante al año en cultura mientras que la media nacional está en 68,9—.
De esa debilidad, de las carencias de tener bibliotecas cerradas en demasiadas horas al día, de la falta de contenido en equipamientos de gran nivel, el gobierno municipal ha querido hacer virtud, lo que ha chocado con los recelos de los grupos de la oposición, que ven el proyecto posible, pero exigen una marcha más. El principal partido de la oposición, el PP, ha hecho inteligentemente suyo lo que debe ser un proyecto de ciudad y lleva semanas pisando el acelerador para liderar —o al menos restando protagonismo al gobierno local— el impulso que requiere una candidatura que en estos años ha sumado apoyos de diferentes ayuntamientos de la provincia, la elaboración y presentación de un Plan Estratégico encargado a una consultora cultural canaria (por unos 70.000 euros), una subvención de la Diputación por 300.000 euros que no está claro en qué se ha invertido, y una oficina en el Palacio Villapanés que se ha habilitado pero no tiene uso.
En este punto, y superada al menos la unanimidad en el pleno, el gobierno local ya está decidido a "iniciar en serio el camino" de una candidatura que debe ser conjunta y consensuada, "o no será", como viene a decir el documento estratégico de la misma. Pese a que en un primer momento la cita estaba prevista para este pasado viernes, finalmente se dejará pasar la larga semana de puente de la Constitución y se han citado a los grupos políticos para un encuentro el próximo 12 de diciembre en Villapanés. Como puntos del orden del día, según ha podido saber lavozdelsur.es, "la exposición del documento base estratégico para la Candidatura de Jerez como Capital Europea 2031; y la propuesta de creación de Órgano de Seguimiento de la Candidatura".
Serían los siguientes pasos más serios para afrontar con garantías un proyecto de ciudad que, de entrada, quedará interrumpido previsiblemente hasta después de las municipales de mayo próximo.
"Una narrativa posible para un nuevo proyecto de ciudad"
En este contexto, el documento estratégico que el gobierno local expondrá a los grupos en una semana lleva por título Tartesia, o la frontera de la alegría, y como subtítulo: "Una narrativa posible para un nuevo proyecto de ciudad". Sin que rece autor de su elaboración, el documento, al que ha tenido acceso lavozdelsur.es, fue elaborado en octubre pasado y sienta las bases de la candidatura jerezana para 2031.
"Un rápido diagnóstico de la situación de Jerez nos descubre que la ciudad sufre una serie de estrangulamientos que le impiden enfrentarse con solvencia a los desafíos del tiempo presente. Bajo estos estrangulamientos subyacen causas estructurales entre las que se detectan factores de naturaleza cultural". Así comienza el resumen ejecutivo de una propuesta de modelo de ciudad que parte de una supuesta "crisis de identidad" colectiva de la ciudad a partir de la tríada tradicional sustentada en vino-caballos-flamenco.
Referencias ineludibles de Jerez que, al mismo tiempo y a lo largo de las 35 páginas del documento, son presentadas como grandes remedios de futuro y grandes apuestas para obtener la consideración de Capital Europea de la Cultura en 2031. "No se trata de “inventar” una nueva identidad, sino de reformularla a partir de los valores reales subyacentes", plantea la estrategia que defiende el gobierno municipal.
La "clave identitaria"
El documento propone que el proyecto de Capitalidad se centre en la "clave identitaria (el cambio cultural para ello) como factor de transformación social e impulso económico". Y para responder a esta cuestión se plantean una serie de actuaciones organizadas en tres líneas estratégicas (más una cuarta relacionada con cuestiones de dirección y gobernanza): "Un programa de dinamización y participación, orientado a movilizar al conjunto de la sociedad jerezana y promover el potencial creativo de la ciudad; un plan de inversiones en la configuración de instituciones que contribuyan a sustanciar la reformulación identitaria; y una agenda de colaboración intermunicipal para integrar el potencial cultural de la región urbana y el hinterland —un término de origen germano que significa la tierra que hay detrás de una ciudad— rural en que se inserta Jerez".
Despues de una introducción, de desgranar los antecedentes, del punto de partida y de enfocar los "grandes desafíos de la época", en el documento Tartesia. La Frontera de la Alegría se definen las bases conceptuales y la propuesta "narrativa" sobre la que sustentar la candidatura de Jerez a la Capitalidad Cultural Europea de 2031. Eso, bajo las dos grandes interpelaciones a las que exige responder la iniciativa de la UE: "Qué aporta el espacio cultural de Jerez a la diversidad cultural europea y en qué medida la cultura puede ser vector de cambio para superar los problemas sustanciales de la ciudad".
En el caso de Jerez, dispone el documento, "el proyecto de Capitalidad se constituye como una agenda de intervención cultural con el objetivo de promover un cambio de modelo urbano que permita a la ciudad el adaptarse a las incertidumbres de la presente década. El año de Capitalidad en sí, será en este caso un mero evento que sirva de colofón a todo este proceso". "Lo importante es el camino hacia 2031, no el año en sí", como ha venido defendiendo en todo este tiempo el gobierno municipal.
Los ejes estratégicos de Jerez, Capital Europea de la Cultura 2031
En la primera línea estratégica, el "impulso a la candidatura", el documento plantea "abrir la oficina técnica de la Candidatura; desplegar una estrategia de relaciones públicas con el fin de lograr la adhesión de instituciones públicas y privadas concernidas en el proyecto; incorporar en el presupuesto municipal un programa específico para la Candidatura a la Capitalidad Cultural", así como la propia creación del órgano de seguimiento, que es algo en lo que se va a trabajar antes de que acabe este año. En este marco de cooperación, habrá que cerrar acuerdos generales de colaboración con las instituciones adheridas y "constituir el Consejo General de la Candidatura".
En el eje estratégico 2 del documento, "dinamización y participación sociocultural", se plantea "la implicación del conjunto de la sociedad jerezana en el proyecto de candidatura, generando masa crítica e impulsando la participación del complejo cultural de la ciudad".
En este punto se aplantea abordar un debate al que dan el nombre de proyecto de La ciudad de las cuatro puertas, que "persigue la apertura de espacios de debate y expresión contemporánea en torno a la temática sobre la importancia de reformular la identidad colectiva de Jerez como palanca de cambio económico y social". "Estos espacios se articularán bajo formato de festivales temáticos (evento), exposiciones, cursos, conferencias, etcétera, a celebrar a lo largo de todo el año", añade. En este eje estratégico de la candidatura también se propone un "programa de impulso al asociacionismo cultural" y "reflexionar y profundizar sobre el papel de los orígenes y del patrimonio en la conformación de la identidad jerezana". Por último, se sugiere crear un Centro de apoyo a la creación cultural: "La gestión de los equipamientos culturales y la creación de una plataforma que facilite la contratación pública son cuestiones clave que deberán abordarse a través de esta actuación".
Una Escuela del Espíritu, recuperando y abriendo al público el Palacio de los Ponce de León
El eje 3 que muestra el documento se centra en la "institucionalización" y en las "inversiones estructurantes". Como detalla el documento, se trata de "dotar a la ciudad de un conjunto de instituciones desde las cuales poder acometer la programación del evento de Capitalidad, a la vez que impulsar acuerdos estratégicos con organizaciones públicas y privadas de forma que se garanticen adhesiones internas y externas de la ciudad entorno al proyecto de capitalidad". Además de las inversiones en equipamientos que conlleva la conformación de esta red de instituciones, agrega, "a cada una de las mismas se le encomienda el diseño de una programación cultural en la que la expresión artística contemporánea juegue un papel fundamental".
Hacer del Alcázar "el monumento emblemático del proyecto de Capitalidad y sede de la organización", o recuperar al completo el Palacio de Villapanés como Palacio de las Cinco Culturas, son algunos de los proyectos tangibles que marca el documento. En La Atalaya se habla de configurar el Centro del arte del buen vivir (Museo de las culturas del vino), así como se dispone la ampliación de la Fundación Caballero Bonald con el edificio aledaño de calle Caballeros para crear El Palacio de las Palabras. Un Museo Nacional del Caballo en el Depósito de Sementales y una Escuela del Espíritu, recuperando y abriendo al público el Palacio de los Ponce de León, son otras de las inversiones que sugiere el documento y que los grupos políticos deberán hacer suyas para que salgan adelante, más todavía si se tiene en cuenta que tras las municipales de mayo próximo todo puede cambiar a nivel político.
El último de los ejes estratégicos que recoge el documento alude a la "cooperación intermunicipal", que significa que Jerez debe implicar al resto de localidades del entorno. "El objetivo de esta estrategia es dar al proyecto de candidatura una dimensión supralocal, integrando en la candidatura el potencial cultural del conjunto de la provincia de Cádiz", aporta el informe. Aparte de la creación de "una plataforma digital que sirva para integrar el conjunto de eventos relacionados con la Capitalidad Cultural y facilitar información y la participación", también se incluye la incorporación del espacio rural "como parte fundamental de la identidad del territorio cultural de Jerez".
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