Este puente festivo ha puesto de manifiesto como nunca que Jerez en Navidad es un destino preferente por un turismo, nacional y andaluz principalmente, que busca esa Navidad diferente que se vive en esta tierra. Esa que supera alumbrados espectaculares, atracciones diversas y esos otros usos tan comunes en estas fiestas donde el ‘gasta, gasta y gasta’ es el denominador común.
Aquí la gente viene buscando la Zambomba, la fiesta y un ambiente que se esparce por todo el centro de la ciudad. Este año el puente de la Inmaculada pasará a la historia por estar siendo sencillamente espectacular en presencia de visitantes.
Una buena muestra de ello son los bares que lo han vendido casi todo. De hecho, buscar pan para el servicio del día de convierte en una aventura para los hosteleros. Se ha acabado todo y la historia no ha terminado.
¿Falta de previsión? Algunos profesionales consultados por este medio no se auto inculpan de no haberse proveído de material suficiente. La explicación es bien sencilla, no se lo esperaban.
El momento en el que todo se desbordó se lo deben al Gallo Azul que son su iniciativa de poner en su balconada a artistas de renombre de Jerez cantando por Navidad jerezana provocó un desbordamiento absoluto de gente que buscaba donde tomar algo y algo que echarse al cuerpo.
“Cerramos a las cuatro de la madrugada totalmente exhaustos sin nada en las neveras y en las vitrinas”, comenta un camarero que en la mañana de este sábado se disponía a montar la terraza -otra vez- y prepararse para la previsible avalancha porque lo del Gallo Azul se repetía. Un detalle, las furgonetas de reparto de bebidas no paraban de ir y venir abasteciendo a los establecimientos.
Darse una vuelta por la calle Larga era la mejor forma de testar el ambiente. Lleno de gente paseando y buscando el sonido de la Zambomba. Preguntando a dónde podían ir, cuál era la mejor, la más genuina…. “Hemos viendo un grupo de amigos desde Huelva atraídos por lo de la Zambomba y me ha impresionado más aún el ambiente en las calles, las ganas de fiesta. Esto es diferente”, aseveraba este onubense que venía con una predisposición total a pasarlo bien y sobre todo “conocer esto de la Navidad en Jerez porque hemos oído mucho de ella y hemos encontrado una ciudad entregada a sus tradiciones”, concluye.
Una opinión muy común es el acogimiento que los jerezanos ofrecen a todo el que se acerca a un coro o a su entorno. “Es excepcional, esto no lo he vivido en ninguna parte y eso que estoy harto de ir a muchos sitios buscando unas fiestas diferentes”, subraya otro que venía con toda la familia desde Palma del Río.
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